domingo, 16 de octubre de 2011

Príncipe de la Niebla

No hay nada que demostrar ni que sentir. Mucho menos algo que hacer. Así que... aquí estoy.

Mírame ahora y dime en qué me he convertido. Dime si todo fue por algo o por una sin razón, uno de los sin sentidos que tiene la vida. Cuando mis manos aferran el aire como si fuera un objeto sólido, y descubro tarde que no hay nada.

En toda mi visión hay niebla. Dentro y fuera de mi cabeza. Donde en el interior de mi cuerpo, los ojos se quedan sin pupilas y se quedan solamente con el gris de fondo.

Soy el Príncipe Ciego de la Niebla. Así que dime por qué no puedo verte u oírte. Dime qué existió y si esto era ser feliz. Si el amor era eternamente o solo un tiempo distinto con un límite de caducidad.

Aquí está el Príncipe de la Niebla.

¿Por qué éste nombre? Siento que estoy tan lejos de cualquier lado civilizado que ya estoy tan acostumbrado al silencio y a la vida espartana sin comodidades.

Día 13, el día en que me lanzaré al fuego. Donde el sacrificio del príncipe tendrá el sentido de su existencia. Porque es cuestión de supervivencia. Si él vive otros muchos mueren, si otros mueren él vive.

¿Seréis capaces de decidir qué opción es la correcta?

jueves, 6 de octubre de 2011

Sombras, héroe y villano

*La mañana después
todavía permanence
Sólo el despertar
veo una sombra de tí
Haciendo el desayuno para los dos.
Voy conduciendo
Paso por nuestro lugar y
Veo a una chica caminar
Huelo su perfume
Por un momento deseé que fueras tú.

No te voy a decir
No te voy a decir que estoy bien, no
Estoy tratando de terminarlo
Estoy tratando de alejarme de nuestros errores.

Pero veo sombras
Por cualquier lugar que voy
Eres tú, recordándome
De lo que éramos
De cómo fue
Veo sombras
Por dónde voy me siguen
Eres tú y las memorias
De cómo nos amamos
Tuve demasiado de tus sombras.

Cuatro meses pasaron
No puedo sentirte
No lo entiendo
¿Adónde te has ido?
Odio que eres todo lo que sé.

No te voy a decir
No te voy a decir que estoy bien, no
Estoy tratando de terminarlo
Estoy tratando de alejarme de nuestros errores.

Pero veo sombras
Por cualquier lugar que voy
Eres tú, recordándome
De lo que éramos
De cómo fue
Veo sombras
Por dónde voy me siguen
Eres tú y las memorias
De cómo nos amamos
Tuve demasiado de tus sombras.

No podías amarme
¿Por qué no me dejaste?
Sombras
Estar solo es el único lugar que quiero estar.

Pero veo sombras
Por cualquier lugar que voy
Eres tú, recordándome
De cómo amar
Tuve suficiente
Veo sombras
Por dónde voy me siguen
Eres tú y las memorias
De cómo nos amamos
*Tuve demasiado de tus sombras.

Del primer asterisco al último, es la letra de una canción. En concreto: Westlife-Shadows.




Si tuviera una buena voz, yo mismo cantaría una canción así. Digamos que no merezco cantar una letra como ésta. ¿Después de todo para qué?

Tengo una voz ronca que parece el rugido de una bestia salida del averno. Mi sombra se cierne sobre el mundo en el que vivo. ¿Quién dice que es mala la sombra? Su oscuridad me oculta del fuego de la luz del Sol. Donde tantas veces me he llevado palizas.

Estoy aquí. ¿Pero y tú? ¿Dónde estás? ¿Por qué solamente veo tu sombra y no la mía?

No son mariposas lo que siento en el estómago. Está vacío de cualquier cosa que alimentase mi cuerpo. Tampoco es lo que necesito ya que así no seré un héroe.

¿Héroe?, me pregunto. De pequeño me encantaban esas cosas. De personajes altruistas que hacían todo lo que podían para hacer del mundo un lugar mejor. Ocultos tras una máscara, se enfrentaban a muchos problemas con su posible muerte en el proceso.

Mi mundo está mejor como está ahora. En paz temporal. En un sueño del que vivo y no quiero despertar. Pero en él yo sigo durmiendo y despertando como en la vida real. En la que lo malo acecha en cada voz y palabra, junto con el hecho del suceso.

No soy un héroe ni un villano. No haré nada por nadie que no merezca mi ayuda. Tal cosa solamente la recibirá mi gente. Entre ésa gente estás tú, pero ahora has desaparecido.

¿Dónde estás tú ahora? ¿En un castillo junto a los Dioses o Dios que crearon mi mundo? ¿En un mundo aparte del que yo ya no formo parte?

¿Qué es esto? No estoy arrepentido de nada. ¿Por qué lloro? Porque la necesidad de calmarme me es imposible. Mi búsqueda no acaba aquí y me llevará más lejos. Fuera de ésta Tierra, su espacio y su vacío. A un mundo donde los bosques y las llanuras dominen los continentes y el mar limpio los océanos.

Quise ser un héroe en mi mejor momento y en el peor un villano. Puede que sea uno de los dos. Pero si quieres recordarme... Hazlo como si fuese el peor de los mejores que estarán por venir.





Ésta historia forma parte de mi ser, pero éste personaje no soy yo. Por primera vez, en mucho tiempo escribo desde una persona que no forma parte de mí directamente. Donde la búsqueda de lo más importante de su vida es lo que más le interesa.


Mi espíritu yace en la frase. Mi frase:-[...-Soy el mejor de los peores-...]- 

sábado, 1 de octubre de 2011

Páramo de hielo y ceniza

Seres malignos me crearon. Así soy. Mezcla de frío y de calor. Hielo y fuego. Mi interior solamente son dos páramos muertos, uno congelado por la frialdad del hielo y otro hecho cenizas por las llamas que acaloran de mala manera mi corazón.

En este mundo hay poca paz para mí. Aquí estoy. Mi alma aquí está.

¿Soy frío o cálido? ¿Cómo llegué a ser así?  ¿Cómo pudiste apagar casi todas las llamas de mis entrañas cuando ya no tenía alguna esperanza para mí?

¿De dónde salió la poca paz que conozco? ¿Por qué ya casi no hay días grises, con las nubes cargadas de una lluvia infinita? ¿De dónde salió aquél espíritu semejante a mí y a la vez todo lo contrario?

¿Por qué tanto miedo a lo bueno? Me he preguntado muchas veces. ¿Me asusta? Sí. ¿Lo valoro? No como debería. No es algo comprensible para ti, ángel de alas grises, ni para aquéllos a los que llamo los Otros.

Pienso demasiado, hago poco. Me arrepiento mucho, nada demuestro.

Tal vez, solamente se salve la parte de mi alma que llega amar lo que he llegado a amar. Pero tarde me di cuenta; de que mi oscuridad no se puede extirpar.

Harto de dolor pero lo único dispuesto a soportar. Asustado por todo lo bueno que puedo llegar a perder en actos de furia poco contenida dirigida a ninguna parte.

¿Por qué pienso en algo que no puedo cambiar? Es fácil la respuesta. No hubiera sido mejor mi destino, pero sí mi absolución. Actos que no me puedo perdonar, cosas que no llegaré a olvidar.

Estoy aquí, en mi páramo de hielo y ceniza. Volando junto al ángel de alas grises.