sábado, 31 de diciembre de 2011

La Tienda de Doble Filo

Sentimientos que deben permanecer dormidos como Blancanieves al morder la manzana de la bruja disfrazada de anciana. Todo se pudo vender o comprar. Cuando todo había acabado o aparentar acabarse.

El barco se hundió y alguien salió a flote. Daba igual, pues todo estaba a la venta. Donde todo se cambiaba por el precio que marcaba el vendedor al comprador.

¿Me ofreces lo que yo quiero a cambio de lo que tú quieres, sabiendo que podría matarte y obtener lo que vendo?

Nada es fácil y no todo es bonito como el cuento de la Cenicienta. Todo es efímero. Todo es así de corto y triste.

Pídeme un precio y ya veré si es el adecuado.

Te ofreceré verdaderas gangas que solos nuestros corazones sabrían entender y aceptar.

¿Cuál es tu última parada? La Tienda de los Muertos.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Jamás...

¿Cómo pueden quitarme lo malo o lo bueno? ¿Mi propia memoria puede hacerlo? Sí, tu propia memoria puede hacerlo. Puede hacerte pasar por el mejor momento de nuestras cortas vidas y el peor en el que se desearía morir.

Me quitaré lo que yo mismo me quiera quitar.

¿Qué me pueden quitar a mí la gente externa a mí? Nada de nada, excepto palabras. No pueden modificarme ni usarme porque mi precio es algo que yo mismo sé. Soy extraño y solitario. Ventajas de las vida y desventajas de la mala suerte.

Podéis negarme sentimientos, podéis negar hechos y sucesos que he tenido en mi vida o haya tenido en la vuestra. Me da igual.

No defenderé lo que no es necesario. Mi integridad está intacta, mi orgullo está por los suelos y la dignidad no me importa porque es la dignidad de un perro.

¿Qué queréis obtener de mí? No os daré nada que yo no quiera daros. No me podéis quitar nada excepto cosas materiales. Cosas a las que se les coge cariño y te dan rabia cuando te las arrebatan y seguirán estando aquí mucho después que nosotros. Su existencia da igual, solamente nos hacen sentir más cómodos en nuestro ambiente pero no en nuestra mente. Donde éstas pueden ser a simples cabañas de madera a castillos y palacios según sea la persona.

¿Queréis saber lo que no me podéis quitar? Bien, porque os los restregaré por la cara a todo aquél que me conozca y me desee mal, por muy desconocido que sea, porque me dará igual, y así haré que la gente cercana a mí pueda estar orgullosa de la parte más intensa de mí

Mi mente es una red de túneles subterráneos donde nadie puede acceder. Porque no lo permito y solo cuento bocetos de todo lo que significan las cosas. No me entendéis, ni pretendo que lo hagáis.

Esos túneles están llenos de una escarcha donde dentro de ésta late una llama de fuego fría o cálida según el momento o experiencia atesorado en ella. Cuando más especial más profundo será y menos acceso tendréis y más cerraduras pondré. Puertas asegurados como los ojos de un guardián que está dormido pero sabe lo que pasa a su alrededor sin falta de abrir los ojos.

¿Queréis que os muestre mis mejores recuerdos? Bueno, mejor dicho parte de ellos. Porque jamás en la vida lo sabrá completamente todo de mí, y es más, os advertiré: SOY CAPAZ DE TRAICIONAROS POR NADA Y POR TODO.

Las risas con mis tres locos jamás cesarán y ellos sabrán quiénes son. Mis conocidos no olvidarán los nombres que les doy ni las bromas que les dedico, al igual que las tonterías y paridas que se digan. A los desconocidos me da igual que os de igual, no me entenderéis ni el por qué de este texto.

¿Me falta alguien? ¡Ah, sí! Momentos tensos, momentos como una descarga eléctrica en el que el corazón muerto vuelve a resurgir con una leve fuerza, pero la suficiente para hacerlo latir, risas y bromas compartidas al igual que buenos momentos nunca faltaron. Donde los más de tres años sigo observando como un poseso observa a su mejor posesión.

No tengo nada más que decir, excepto: jamás me quitaréis lo que he obtenido.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Mi partida








He pedido cosas que ya tengo y he dejado de utilizar. Haciendo que dichos objetos y recuerdos sean ahora obsoletos.

Deseaba un paraíso y cuando me dejaba arrastrar deseaba una muerte no heroica, pero vengativa. Dando parte del dolor que yo sufrí. Pero no estoy aquí para escribir de nuevo lo mismo una, otra y otra vez.

Puro veneno donde el amor era y es mi cura. Pero no puedo evitar estar triste por cosas que dejando el odio y el pasado aparte, desearía ser recordado como alguien grande entre mis seres. Por ello deseo tachar a Cupido y convertirme en demonio o arcángel, según cómo estuviera. Aquí no acaba mi partida.

Mi mente es mi prisión y mi habitación mi ataúd. Cuando llegue mi último aliento mi voluntad no se cumplirá y mi ser, con los recuerdos desaparecerán. De la nada a la nada, volveré al vacío del que vine.

Soy el títere de mis actos paranoicos y herramienta para gente manipuladora que me hace hacer cosas que ya dejé de lado. Mi camino sigue adelante hasta que mi corazón deje de latir. Ésta vida me es larga y a la vez corta.

¿Dónde quedará mi saber? ¿Por qué he de desaparecer?

Habréis de olvidarme y pedirle al Sol y a la Luna que sigan haciendo días y noches donde estar en compañía de seres que nos quieren, que os quieren y os querrán. Así acaba mi partida.

Boulevard de pesadillas y sueños de heroicidades. Donde la vida se me escapa...

Recordad cómo era, quién era, qué era y qué sentía...

Caminar sin camino

Vida vacía, sentimientos intensos. Lágrimas que ciegan mi conciencia y no me deja describir. Sacar algo en claro de algo que no significa nada y lo significa todo para una mente desequilibrada... Mente rota y paranoica que hace enemigos donde hay amigos. Le tienden una mano y ella las aparta.

¿Algún nombre no dirigida a mi clan? ¿Algún nombre para ser alguien diferente?

Mente enferma e inconclusa de tantos momentos y experiencias vividas en un límite y salir de un frenesí como bestia en vez de humano. La vida y no vida están al alcance y Nagash no puede igualarme.

¿Qué alcance es el mío? ¿Ninguno? ¿Revivir como ser vivo o vivir como bestia huidiza del Sol? ¿Habré vivido o siempre he sido así? No lo sé. Porque no lo recuerdo.

El pasado lo perdí, el presente lo dejé de vivir y el futuro se me escapó.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Turel, Lrgacy of Kain

Pasados más de cinco siglos en el mundo espectral, no he olvidado lo que me solía decir Morr: puedes lamentarte por lo que has perdido o vivir para ver qué puedes obtener en el mañana.

¿Cómo encajaba la maldad o la inocencia en una simple lamentación cuando era humano?

No siento arrepentimiento, ni miedo, ni tristeza, ni sed de sangre ni ninguna necesidad. Nada de nada. No estoy muerto ni estoy vivo.

Sangre noble corría por mis venas hasta que un ángel de blanquecina piel me infectó con su sangre. Haciendo que la ingiriese como alguien sediento bebería una gran cantidad de agua.

No morí al instante. Noté cómo mi corazón dejaba de latir lentamente una y otra vez. Daba igual que en ese momento sintiera miedo. Pues ahora ya no hay nada. Yo no hago el Mal, tampoco lo provoco. Yo no provoco el Bien, pero tampoco lo hago.

¿Cuál es el sentido de aquel pálido ángel? ¿Éste era mi destino por algo en que mis reencarnaciones habían creado de la Oscuridad?

Ya no hay nada y Morr no está. Kain se destruyó. Raziel desapareció. Zephon se sumió en un letargo eterno. Rahab se ahogó en las aguas heladas de la Columna del Mundo.

¿Quién soy yo ahora mismo? Lo ignoro. Porque no sé lo que soy. Pero sí lo que fui.

Fui mortal y ahora soy un ser divino. Inmortal hasta el alma y la parte más extraña de mi alma. Pero tampoco sé si dispongo de ésta.

¿Me la habrán arrebatado?

¿Qué nombre he de adoptar si quiero vivir un oscuro futuro para una vil criatura como yo?

Soy... Turel