miércoles, 30 de diciembre de 2009

Príncipe de nada

Nada.
Eso me queda.

Lágrimas caen por mi rostro,
y lamentos con maldiciones por mi boca.
Golpeo al aire,
sin dar a ningún objetivo claro.
Grito en este oscuro vacío.
En el vacío que es la nada.

Molestar,
eso he hecho siempre.
Nada.
Eso me queda.

Solamente tengo un pasado,
o varios con un diferente destino.
No hay presente, porque no lo vivo.
No hay futuro, porque vivo en el pasado.

En otros tiempos fui algo,
ahora nada.
Una mera sombra.

Sólo soy una mera sombra,
en otros tiempos fui príncipe de mis sueños.
Ahora, soy el monstruo de mis pesadillas.

Un profeta de una religión perdida.
Un príncipe de una civilización muerta.
Un rey sin reino.



Príncipe de nada.

martes, 29 de diciembre de 2009


Un tajo en forma de "X" había en su pecho y gran parte del torso. Él, estaba malherido. Yo solamente podía mirarlo impotente, con lágrimas en los ojos. Se estaba muriendo... me acerqué a él, arrastrándome por el suelo, yo también estaba herida pero podía moverme. Él miraba al cielo inclemente, también había lágrimas en sus ojos. Luego dirigió su mirada hacia mí. No sabía que decirle. Pegué mi cuerpo al suyo, tumbándome a su lado. Con un esfuerzo, me acarició el rostro con una de sus manos de largos y finos dedos. -Tengo... que... decirte... algo... -dijo con esfuerzo. Yo estallé otra vez en un llanto silencioso. -No llores... Solamente quiero decirte, que te quiero y espero verte ahí arriba. Vive tu vida, sin mí. Conoce a alguien que te haga feliz y... No acabó la frase, su cara se ladeó, su mano cayó y sus ojos se cerraron. Pero murió con una sonrisa, y yo no sabía cómo me podía pedirme algo así...

Jamás..

Oscuridad y luz,
dos cosas opuestas.
Tú y yo,
demonio y ángel.
Infierno y cielo,
fuego y hielo.

Cosas opuestas,
que se atraen irremediablemente.
Cazador y presa,
un círculo que nunca se romperá.

Sobran las palabras,
están nuestras mentes,
están nuestros corazones.

Voces que no se oyen,
pero que tú y yo oímos.
Nuestras voces;
voz ronca y voz clara.

Alas blancas y alas negras,
en un eterno abrazo.

Jamás se romperá el círculo.

lunes, 28 de diciembre de 2009

En sueños, maldad e inocencia

En sueños te veo. En otro tiempo, otra época.
Donde tú y yo eramos felices. Y ahora me pregunto cómo he llegado a este extremo de mi vida.
En el extremo de desear que todo acabase.
Ha aparecido una nueva persona en mi vida, ya no eres tú...

En sueños te veo. En otro tiempo, otra época.
Donde yo era feliz. Ahora no tengo nada, nada excepto distancia, entre los seres que quiero.
Ha aparecido una persona nueva en mi vida. No sé si es más especial que tú, no sé si me abrirá su corazón, o si yo abriré el mío.

Escribo estas letras para dejar salir a una pequeña e insignificante parte de mí. Según esa persona: esa parte de mí, es bella y no debería avergonzarme.


No me averguenzo. Es simplemente, que prefiero no mostrarla.


En sueños te veo. A ti, al lado de esa nueva persona...
Maldad e inocencia... Eso representais para mí, aunque no sean las palabras exactas o adecuadas.
Sigo aquí, soñando en el pasado.

¡Deja de vivir en el pasado!, me dice la inocencia.

El pasado, la maldita vida que llevé como un pusilánime.
Algún momento feliz he tenido, pero me sabían a un sabor agri-dulce en la boca.
Oscuros sentimientos albergo, venganza...

¡Te quiero!, me dice la maldad.

No sé si créermelo, pero me lo creí como un estúpido. Y ahora estoy así...
Cada día tus recuerdos vienen a mi cabeza, automáticamente...
Nuestras conversaciones, nuestros sentimientos...


Quiero ponerle fin a esto...

Inocencia...


Kyle.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Canto del demonio y el ángel

Tus ojos azules son estrellados,
y el reflejo de tu cabellera plateada me dislumbra.
Tus facciones son las de un arcángel,
con esas alas de plumas blancas que le caracterizan.
Te quiero,
y jamás sabrás cuánto.
Mis alas de plumas negras intentan abrazarte,
y tus alas blancas intentan arroparme contigo.
Dos cuerpos, dos almas,
y dos corazones.
Dos mundos que se unen.

Vamos al cielo,
volemos hacia él.
Miramos el atardecer y el anochecer.
Tus ojos son como dos estrellas,
que me guían en la oscuridad.
Te quiero,
y jamás sabrás cuánto.
Estamos arropados por nuestras alas,
de plumas negras y blancas.
Un eterno abrazo,
y luego un beso.

Te cojo de las manos,
y me separo de ti.
No estoy lejos,
jamás estaré lejos de ti.

Viejo odio

-¿Tienes miedo? Ya veo que sí. No digas que no existe, no lo reprimas. Estas asustado...
-Déjame...- sollozé.
-¿Dejarte? Estoy contigo y no en tu contra. Noto el miedo en tu mirada y también el odio. Ah, el odio ¿bonito sentimiento verdad? Recuerda que eso te lleva a la ira.
¿De qué iba esto? Me tapé la cara, no quería verlo ni oírlo. Así que cerre los ojos.
-¿Por qué me rechazas pequeño? Usa tu odio, tu ira y el miedo a tu favor. Deja que el odio te domine. Descontrolate, pegame. Desahogate conmigo.
-Déjame... no quiero saber nada de nadie...
-Pero yo quiero saber cosas de ti muchacho. Tienes un gran odio y jamás había visto tanto odio en alguien tan pequeño como tú.
Me levanté y le miré a los ojos. Era un pequeño anciano...
-Eso, acercate y... golpéame.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOO!
-sí, venga muchacho, intentalo a ver si puedes contra este viejo.-sonrió.- También hay sufrimiento y dolor en tu corazón ¿no es así?
Bajé la mirada. ¿Trataba de enfurecerme más, de despreciarme a mi mismo o a que le mate?
Corrí hacia él para empujarlo pero él se apartó agilmente y caí de bruces.Una risa desagradable produjo se oía.
-Así es. ¿Deseas matarme ,eh? Crees que te estoy humillando pero no es así. Te estudio. Pero recuerda que cuando te descontroles mantén una parte de tu cuerpo racional. Si no... harán contigo lo quieran.
Volví a levantarme y volví a correr hacia él pero se volvió a apartarse y ésta vez recibí un golpe en toda la boca.
-¡Recuerda lo que te digo muchacho! Piensa que con tanto odio en ti sufrirás más. No confiarás en nadie y por ese camino no tendrás amigos... acabarás como este viejo. No reprimas tus sentimientos. No reprimas la ira, el odio, los celos, la malicia, la ambición y si llegas a sentir amor tampoco ¿de acuerdo?
Me llevé la mano a la boca y se llenó de sangre. Me enfurecí más y de repente todo se volvió negro... Todo daba vueltas y el viejo desapareció.
Desperté, todo había sido un sueño.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Sangre con lágrimas

El corazón perece de una muerte lenta, y dolorosa. Sangra.
Mis puños se estrellan contra su cara. No dejo de golpearle hasta que cae inconsciente ante mí.
Pronto alguien me agarra del pelo y recibo patadas por todos lados. Una patada en la cara. Sangro por la nariz y la boca.
-¡Hijos de puta! -exclamo.
-Vaya vaya, ¿aún tiene fuerzas para insultar?
Estaba inmovilizado y no paraba de recibir golpes. Seguí un rato así, y se me ocurrió darle una patada en las partes bajas a un tío que estaba delante mío. La recibió y sacó un grito de dolor, llevando una de sus manos como para protegerse del dolor. Sonreí y escupí sangre y saliva al más próximo. Luego, dí un cabezazo al que me agarraba por detrás, otro y otro. Hasta que me soltó. Se oían sirenas, parecía que alguien había visto el espectáculo y había llamado a la policía.
Todos huyeron. Me quedaban pocas fuerzas...
Algo me golpeó por detrás. Algo muy duro. Caí al suelo gritando y casi llorando, bueno no. La verdad es, que ya estaba llorando y no sólo por el dolor... Giré la cabeza hacia mi atacante, que agarraba un bate y echó a correr en la misma dirección que sus compañeros.
No podía levantarme, el tío que había abatido seguía en el suelo y yo estaba a cinco metros de él. No sé si estaba muerto pero, si fuera así, me daba igual. Habían recibido parte de mi ira, furia, cólera, rabia y frustación. Las lágrimas y sangre caían al suelo.
Pensé en toda mi vida, en todo el sufrimiento que pasé y no pensé en las alegrías, que habían sido pocas o ninguna...
Cerré los ojos, pero las lágrimas salían solas. Grité otra vez por el dolor, pero ésta vez por mí y no por ellos.
Mi vida había sido una mierda. De paliza en paliza, de putada en putada y de problema en problema. ¡Si esto es vivir.. que mi vida acabe ya!
Tenía que irme de allí, pero no podía moverme... Tenía los músculos entumcedidos, agarrotados por el cansancio y me costaba respirar... Hasta que definitivamente cerré los ojos...

La policía y la ambulancia llegaron demasiado tarde.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Mi puta y desesperada vida

En realidad, finjo estar bien y no lo estoy, y no creo que lo esté en un futuro. Aunque viendo el presente, ya veo el futuro. Solo y encerrado en un recinto, en una habitacíon que se ha convertido en mi refugio y a la vez en una jaula...
Mi vida no vale la pena, en mí alma no hay luz, solamente oscuridad. La poca pureza e inocencia que tenía... me la arrebataron. Ya no tengo verguenza de ser lo que soy.Alguien con un gran odio hacia el mundo y lo reprimo como si no existiera. Así sé que empeoro las cosas... ¡¿Pero cómo decirles a la gente que quiero que tambíen les odio por las vidas que llevan?!
Esas vidas que tanto envidio... Que tanto deseo me dan...
Aunque me alegre por ellos, yo cada vez me consumo. Como la madera que se quema, que al final solamente solo quedan cenizas... Me afecta demasiado.

Y mi actitud no ayuda, no he encontrado mi lugar; porque mi lugar no está en este mundo. Si existiera alguien que me dijera cuál es mi lugar, le estaría agradecido toda la vida.

Pero sé en el fondo de mi corazón que nadie me lo dirá. Nadie me dirá esto que tanto deseo. Porque debo encontrar mi lugar yo solo, hacer mi lugar en el mundo pero sin cambiar el mundo.
Entonces si yo no puedo cambiar el mundo... ¿Por qué el mundo tiene que cambiarme a mí?

No tengo título para esta obra

Nada podrá salvarnos,
ni la más brillante estrategia,
ni el gran valor que pueda albergar un corazón.

Nada podrá salvarnos.
¿Por qué prolongar nuestro dolor, cuando nuestros lugares sagrados han sido destruidos?

¿Cómo volver a confiar en ti?
Que nos traicionaste,
y ahora dices que todo ha cambiado.
Que sigues siendo uno de los nuestros.

Nada podrá salvarnos.
Los árboles son talados de sus raíces,
y las plantas aplastadas por la máquinaria

¿Cómo volver a confiar en ti cuando nos traicionaste?
¿Por qué prolongar nuestro dolor?
Aléjate de mí,
de nosotros.

Déjanos para combatir al mal que has traído sobre nuestras cabezas.
El fuego y la ceniza arrasan.

Un momento glorioso,
el momento en que todo se desmorona.
Es el fin.
Un último combate y dejaremos de sufrir.

Nada podrá salvarnos.
Nos traicionaste,
y sin embargo,
dices ser de los nuestros.

¿Por qué haces lo que haces?

Te veo, Neytiri

Caminando a traves de un sueño, te veo
Mi luz y mi oscuridad respiran la esperanza de una nueva vida
Ahora vivo a traves de ti, y tu a traves de mi, encantados
Y ruego en mi corazon que este sueño nunca termine
Me veo a traves de tus ojos
Respirando una nueva vida, volando alto
Tu amor brilla el camino hacia el paraiso
Entonces, ofrezco mi vida como un sacrificio
Ofrezco mi amor para ti
Me enseñaste como ver que todo es hermoso
Mis sentidos tocan tu mundo que no imaginé
Ahora te doy mi esperanza,me rindo
Este mundo nunca termina
Me veo a traves de tus ojos
Respirando una nueva vida, volando alto
Tu amor brilla el camino hacia el paraiso
Entonces, ofrezco mi vida como un sacrificio
Ofrezco mi amor para ti
Y mi corazon nunca fue abierto
Y mi espritu nunca liberado
Al mundo que me has mostrado
Pero mis ojos no podian imaginar
Todos los colores del amor y la vida cada vez mas
Me veo a traves de tus ojos
Respirando una nueva vida, volando alto
Tu amor brilla el camino hacia el paraiso
Entonces, ofrezco mi vida como un sacrificio
Vivo a traves de tu amor
Vivo a traves de tu amor
Te veo
Te veo


Ésta letra es de leona lewis. Y es una una banda sonora de la película Avatar, de James Cameron

lunes, 14 de diciembre de 2009

Esto no es una simple lamentación...

Esas conversaciones que tuve contigo..
Fueron las mejores de mi vida, y ahora, ya no estás.
Te fuiste y pasaste mí. Me usaste como un simple pañuelo, al modo de usar y tirar.
Como si fuese un simple desperdicio. No sé si tengo yo la culpa de cuando tú me preguntaste aquéllo que me llego al alma y te respondí con una negativa. No sé que hubiera pasado por mi mente, pero sí sé que no cambiaría mi respuesta al ver lo que ha pasado entre tú y yo.

Por mucho que te llegase a querer... no creo que pueda perdonarte esto.
Recordaré todo lo que hablamos, cada conversacíon que tuvimos, cada saludo y cada despedida que cada vez eran más cálidas de lo normal. Sí.
Tú, sinceramente me llegaste al alma, pero por mucho que llegases.... Has dado media vuelta y ya no estás en ella. Sigue el sentimiento, ése cálido sentimiento que sentía por ti, ése sentimiento que está aún en mi corazón hecho pedazos...

No sé si decirte esto ya que sé que no lo leeras, pues has desaparecido... Pero te sigo queriendo...

domingo, 13 de diciembre de 2009

Memorias de Araziel

No necesito alimento, solamente almas. Los seres como yo nos nutrimos de ellas, también podemos comer comida normal, pero no la necesitamos. Somos inmortales.
Los ángeles se nutren de almas de diferente manera de nosotros. Ellos absorven las auras puras, nosotros en cambio, matamos a la persona o animal, sea lo que sea y absorvemos su alma. Así nos hacemos más poderosos. Sobre todo cuando el alma es más oscura de lo normal.
No sé si es suerte o casualidad que los humanos sean tan oscuros, la mayoría. Muchos han desaparecido y otros muchos han ido a reemplazarlos. Son una plaga.
De momento, yo soy joven y he salvado la vida varias veces. A veces por poco y otrás por mi habilidad con la espada. Sí, mi espada Ringeril.
Aunque soy un demonio menor, un demonio de la escalas más bajas de la cúspide demoníaca.
Tengo decidido no dejarme matar, ni por un demonio, ni por un ángel y ni por un cazador de demonios; que suelen ser humanos muy poderosos. Y por suerte, no nací débil.

Araziel

Algunos humanos tienen el alma pura, otros la tienen contaminada de maldad.
¿Cómo lo sé? Pues porque soy un demonio, y al igual que los ángeles, podemos ver el alma de las personas e incluso su aura. Un humano nunca llegará a ser tan oscuro como un demonio, pero son más destructivos que nosotros y está claro que un humano puede ser más benigno que un ángel.
Pero las cosas están cambiando desde que los humanos aparecieron. El mundo se está llendo a pique. Muchas especies han desaparecido y ellos son como una plaga, pues se han extendido por todo el planeta. Seré un demonio, pero reconozco, que el mundo era más bello antes y aunque con los humanos me divierta, también veo que cada vez sangre demoníaca corre por sus venas. Haciéndolos más destructivos de lo que son normalmente. El mundo se muere...
Los demonios somos la muerte y los ángeles la vida. Y por eso muchos piensan que los humanos no pueden ser una creación de Dios. Y no lo son, al menos, no directamente o eso me contaron Azazel y los suyos. Me contaron que los humanos son un híbrido entre ángel y demonio. Al principio, me costó creerlo. Luego, lo pensé y medité. Podría ser que tuvieran razón después de todo.
¿Por qué sino cómo un humano puede mostrar sentimientos más benignos un ángel?
Yo soy jóven, y no nací en la época antes de los humanos. Solamente tengo cinco mil años.

Me llamo Araziel

sábado, 12 de diciembre de 2009

El vampiro, capitulo III, entrada en la oscuridad

Un rato más.
Estaba inconsciente, pero pronto despertó y se llevó una mano al cuello.
-¿No estoy muerta? -se preguntó en voz baja, pero lo suficientemente alto para que él la oyera.
-¿En serio quieres morir? -dijo el vampiro.- Porque si es así, te mandaré al infierno como a tu amiga.
-No... no quiero morir -dijo ella.- Pero pensé que seres como tú no existíais.
-Existen seres como yo, e incluso de otras especies -explicó él, que estaba de pie a un lado de la cama.- Vístete, hemos de ir a una reunión muy importante.
La chica no le hizo caso y él la miró con los ojos hechos ascuas.
-Vístete -ordenó.
-¿Qué me has hecho? -preguntó ella a su vez, mientras cogía del suelo el vestido negro.
El vampiro recuperó la compostura y habló con total tranquilidad.
-Te he transformado -dijo él, acercándose a ella.- Pero eso llevará su tiempo. Porque de momento sigues siendo humana. Ahora, el veneno del vampiro recorre tus venas.
La cogió de la mano y la llevó a toda prisa fuera de la taberna. No fueron hablando, sino casi corriendo, o mejor dicho, él iba corriendo y la chica medio arrastras; no podía seguir el ritmo de él.
Llegaron a la plaza del mercado de la ciudad, la plaza central y con ello, la más grande de todas. El mercado aún no estaba montado, pero faltaban unas cuatro horas para ello. Cuatro horas para que saliera el sol. Había una cuesta pavimentada todo recto, que llevaba a la parte alta de la urbe, donde estaban los templos. Allí estaba su destino.
Caminaron ésta vez más despacio entre el gentío. Lo que llenaría de aire los pulmones de la chica y podría recobrar el aliento o, al menos, un poco.
Los vampiros utilizaban magia, de vez en cuando, y por ello ya notaban el olor de los ingredientes de las pociones de las hechiceras. Estaban muy cerca. Subieron la cuesta. Él iba más avanzado y la chica por su parte nunca había estado en esa parte de la ciudad. Porque ella era una prostituta, una persona de poca categoría.
Ahora en la zona de los templos no había casi ni un alma. Solamente un puñado de monjes o sacerdotisas que vestían de blanco y negro o incluso alguna vez con togas grises. Había un templo de piedra oscura, más lejos de los otros.

Fin

Esto es el fin.
Me siento tan normal,
tan obviamente normal.

El final se acerca,
lo siento en mi interior.
Tan normal.

Aguardo a la muerte con total naturalidad.
Como si esperara a una gran amiga del pasado.
Tan normal.
Tan obviamente normal.

Es el fin.
¡Quiero que el fin sea ya!

viernes, 11 de diciembre de 2009

Serpiente, traición.

Precisamente tú sales en mis sueños.
Precisamente yo muero.
Y veo,
que eres tú quien me clava una daga en el costado.
Perezco de una muerte lenta.
Donde la sangre cae de la herida causada,
donde veo a los espectros de la muerte en mi busca.
Veo tu sinuosa sonrisa,
y tu maldita lengua bífida salir para notar el olor de mi sangre.

Precisamente eso sueño.
Precisamente así es mi sueño.
Un sueño no se parece a la realidad,
pero puede llegar a pasar en ella.

Yo y tú.

Eres una vívora,
tan bella y traicionera.
Yo soy un iluso por creer en que todo iba bien,
pero me equivoqué.


Si sólo me hubiera dado cuenta antes..

Transformación, el vampiro, parte del capitulo II

La chica seguía tumbada en la cama, pero asustada. La vela se había ido extinguiendo hasta quedar casi a oscuras. Eso no era un problema para el vampiro, pues veía en visión infraroja.
Veía y sentía el calor que desprendía el cuerpo de la prostituta, veía y oía los latidos de su corazón. Se moría por hincarle los dientes en alguna parte de su cuerpo, donde la sangre abundara. Se fue acercando lentamente, relamiéndose los labios.
-No tengas miedo -dijo él.- Esto te dolerá un poco, pero luego verás que resulta placentero.
La chica miraba por todos lados, apenas veía y solamente oía las pisadas de aquél que había absorvido la sangre de su amiga.
Notó como el vagabundo se acercaba a ella, tumbándose encima de ella, como le agarraba uno de sus pechos y notó algo afilado penetrar la carne, los colmillos del supuesto vagabundo.
El vampiro la tendría como esclava, ya que un vampiro que crea a otro, crea un gran vínculo entre la persona mordida y el vampiro. A veces incluso hacer lo que el vampiro original quiere que el otro haga.
La prostituta chilló pero, el vampiro le tapó la boca con la mano, luego sólo se oían gemidos sordos.
Esta vez sólo absorvia la poca sangre que necesitaba. Pues necesitaba que el veneno de sus colmillos se filtraran por la sangre. A los pocos segundos dejó de hacer presión en la mandíbula y dejó de morder el pecho. Su tarea ya estaba acabada. Estaba alimentado de nuevo, esta vez, podría controlarse. Pronto recordó, que llegaría tarde a la reunión con las hechiceras por un simple capricho...

Amores muertos, amores vivos

Decirte que me iré por un tiempo,
que necesito.
Estoy tan confuso.
Son estos sentimientos.
Entre vosotras dos estoy yo.
La cosa es que un amor está muerto y el otro está vivo.

¿Cuál elegir?
¿Cuál elegir?

¿Estaré jugando con las dos sin yo darme cuenta?
No puedo elegir,
no soy capaz.
Tengo que irme.
Escapar y huir.

Necesito un tiempo para mí.

Oh, Sophie, oh Constance..

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Beso de serpiente

Tan humana.
Tan obviamente humana.
Y yo, ¿qué soy?
No soy humano.
Pero puedo besarte como si lo fuera.

No estaré junto a ti.
Pues mi vida es una vida oscura y solitaria.
No te acerques a mí.
Cuando quiera estar contigo, lo estaré, creeme.

¿Cómo saben los besos de una serpiente?
Notar su mordedura, notar el veneno surcando los ríos de sangre.

Tan humana.
Tan obviamente humana.
¿Cómo soportas mi tan frío abrazo?
¿Cómo soportas que siempre te haga daño?
Estas enamorada de mí y te preguntas el por qué.

No somos tan diferentes.
Porque tu no te enamoraste de un humano y yo no me enamoré de una serpiente.

domingo, 6 de diciembre de 2009

La oscuridad y la Dama de la Luz

Vamos ha acabar con la distancia que nos separa.
Porque te necesito, mi dama.
Los ríos susurran tu nombre y el viento trae tu dulce olor.
Mi mundo es oscuridad, escarcha y veneno.
Hielo y cristal.
Eso somos.

Vamos ha acabar con la distancia que nos separa.
Te necesito, como si fueras una parte imprescindible de mí.
Tú eres esa luz que alumbra en mis oscuras noches.
No hay luz sin oscuridad.
Estamos destinados ha encontrarnos.

Vamos ha acabar con la distancia que nos separa.
Oh mi dama,
¿Por qué lloras?
Estoy lejos de ti, pero más cerca de tu corazón.
Más de lo que crees.

Piensa esto.
Ningún sentimiento calará en el fondo de mi oceáno como lo hace tu luz.
La rabia y el odio que tenía antes...
Puedo olvidar los sentimientos oscuros si estoy a tu lado.
Sólo a tu lado...

viernes, 4 de diciembre de 2009

Vampiro, capítulo 1

El vampiro se encontraba en las afueras de la ciudad amurallada. Ya se había alimentado, pero el olor de tanta sangre fresca le hacía volver ha tener sed.
Caminaba rápidamente, apartándose de la gente, tapándose la boca y la nariz con el brazo. La ciudad apestaba a estiércol, y era eso lo que le hacía preferir los pueblos. Donde había menos populacho y menos hedor. No tenía casa aparente, y a simple vista parecía un vagabundo cualquiera, pero demasiado bello para serlo. El pelo rubio le llegaba hasta los hombros, peinado hacia atrás, los ojos de un color azul, pero que daban un brillo rojizo casi enfermo. La ropa estaba llena de tierra, era ropa normal. Los carros de pasajeros iban y venían a su antojo por toda la ciudad. Toda. Excepto la parte alta de la ciudad, donde estaban los templos dedicados a deidades que no escuchaban a sus adoradores.
El camino se le hizo largo, el hedor aumentaba cada vez más, y el olor a sangre también aumentaba, cosa que le hacía mirar a las gargantas de cada prositituta que veía. Pero ya alimentaría su sed más tarde. Ahora debía encontrarse con las Shugenjas o hechiceras en lengua común, quienes eran las líderes de todas las criaturas de la oscuridad.
Cuando atravesó la barbacana de piedra de la parte interior de la ciudad, no pudo controlarse más. Estaba perdiendo el contro de sí mismo, no dejaba de mirar a cada mujer joven que pasaba, pero no era lujuria. Era la sed, su garganta estaba seca y no hacía tanto que se había alimentado. No tenía dinero, nada. excepto un anillo de oro en uno de sus bolsillos. Se acercó a una taberna y entró, no esperó demasiado. Era grande, mal cuidada, pero grande. Se encontró con dos muchachas jóvenes. Una era rubia y otra morena, de piel aceitunada.
-¿Quieres algo, encanto? -preguntó una de las chicas, la de piel aceituna.
El vampiro las miró a las dos lentamente, observando sus cuerpos y sobre todo sus gargantas. No eran más altas que él, si no todo lo contrario, eran bajas y con los pechos grandes, piernas torneadas y fuertes. Sentía la sangre dentro de ellas, la sangre que sería su "postre".
-Quiero una habitación y... a vosotras -dijo el vampiro tras una pausa, mirándolas a las dos, detenida y pausadamente.
-¿Y el pago? No creo que tú puedas pagarnos una noche entera a las dos -dijo la prosituta rubia.
Él sonrió y sacó de sus andrajosas ropas el anillo de oro que tan preciado le era.
Las dos chicas sonrieron, perplejas. Y se pusieron a caminar delante de él, guiándole a las habitaciones de arriba. Arriba se oían gritos y gemidos de todo tipo: placer, dolor y otras cosas desconocidas para él. Pero había cosas más desconocidas que él conocía.
Había puertas en todo el pasillo, a cada lado y al final de éste, otra puerta. Seguramente sería una de las habitaciones que podían pagarse los nobles.
Cuando entraron, él mando que cerraran la puerta con llave, dando esta explicación: "No quiero que interrumpan nuestra velada"
Lo decía con una gran sonrisa que dejaba ver sus dientes blancos.
La chica de piel aceituna empezó a quitarse el vestido y se tumbó en la cama.
Ella será el postre final, pensó él, excitado.
La chica rubia por su parte se acercó a él para besarlo y quitarle la ropa. Pero fue él quien le desgarró con sus largas uñas el vestido. Ella se asustó, y estaba sorprendida e iba ha gritar cuando él se interpuso rápidamente entre ella y la puerta de escape. Su única salida, y estaba obstruida.
La chica rubia se acercó medio desnuda a la otra, estaban asustadas.
-Avec nostrum al mort -dijo él, pronunciando un hechizo hacia la chica rubia.
La chica rubia sentía ahora unos deseos irrefrenables de acercarse al desconocido, aquél que le había desgarrado la parte de arriba del vestido, dejando ver sus pechos. En su interior estaba asustada, pero se acercó lentamente a él, intentó resistirse pero su cuerpo era el que mandaba.
El vampiro se acercó también, le hizo inclinar el cuello a un lado, dejando al descubierto la garganta y la mordió. Saboreó su sangre, la succionó y la absorvió. Su corazón y el de él latían ahora con fuerza, pero el de la prostituta se iba debilitando por segundos, hasta que el ritmo de su corazón paró. Estaba muerta.
La de piel aceituna gritó asustada al ver tan terrorífica escena. El vampiro dejó caer con brusquedad el cuerpo sin vida.
Ahora, debía alimentarse de la otra. Una pena, era demasiado bella y le habría servido para calmar a veces su rara lujuria. Y meditó: ¿Por qué no convertirla?

lunes, 30 de noviembre de 2009

NA NA NA

Ahora estoy algo cansado, y es que no me pasa nada. Esa noche es de esas noches, en que bailas solo, en que ries por no llorar.
Y es que cojo un taxi y solo son las dos y diez, solamente digo que me lleve a ninguna parte.
Sólo quiero marcharme, tengo que decidirme, y aún no tengo claro de que Ninguna Parte exista. En la radio suena musica en inglés. Arranque y usted solo lléveme a ninguna parte.

El taxista me echa a patadas, gritos e insultos del vehículo. Yo no digo nada y me voy bailoteando y tarareando una cancion que me encanta, For my pain, tears in my pain.
Na na na, na na na, na na na, sigo tarareando. La gente que me ve pasar piensa que estaré borracho, no niego que pueda estarlo. Porque tal vez lo estoy, y sólo vivo en mi mundo de canciones y música tristes

domingo, 29 de noviembre de 2009

El frasco que contenía la Luna

Si pudiera entregarte la luna, subiría al cielo y entregartela.
¿Pero cómo entregarte algo tan grande? Hubo épocas en las que el hombre pensó que la luna era la hermana pequeña del sol. Que era tan diminuta como una simple estrella. Aunque una estrella puede ser igualmente enorme o incluso más grande que un planeta..
Por eso, se me ocurrió ir al lago más próximo, esperar a que llegase el plenilunio y coger un frasco, llenarlo de agua.

Llamé a la puerta de tu casa y tus padres me mandaron a la calle a patadas. Tiré piedras a tu ventana, e incluso estuve a punto de darte con uno de esos pequeños proyectiles. Tan sorprendida estabas que estuviste cerca de tirar el frasco que contenía el agua del lago.
-Oh, amada mía, aquí tienes este frasco. Donde yo juré entregarte la luna y justamente se encuentra en ese frasco.
Me fuí sin esperar respuesta. Ella debía saber que quería decir yo por ella misma.

Legado

El guerrero estaba tumbado en el suelo, mortalmente herido. Tenía rasgada la negra ropa por el pecho, el tajo de una espada. De la herida salía sangre a borbotones, como un río que nunca pararía de dejar su cauce.
Junto al guerrero había una gran espadón del mismo tamaño que él, su nombre: Espada Mortal.
Así la llamaba. Y de pie, en frente del guerrero había otra persona, pero no era su enemigo. Un muchacho más joven que él mismo, con el pelo plateado, rasgos suaves como los de una mujer o los de un niño, ojos grandes e inexpresivos. Más allá, había un bosque de cerezos en flor.
Él comenzaba a ver borrosamente, pero logró ver más allá del chico de mirada inexpresiva las flores de los cerezos. Flores de un blanco limpio, perfecto.
-Perfectas... -murmuró.- Son blancas y... perfectas.
Luego dirigió una larga mirada al muchacho y le habló tosiendo sangre: Toma mi espada, éste, será mí legado. El muchacho se acercó al guerrero caído y vio que él perdía fuerzas y moría.
No podía hacer nada, salvo aceptar la gran espada de aquel guerrero caído y la asió por la empuñadura

sábado, 28 de noviembre de 2009

Nada que salvar...

No hay nada que salvar.
No queda nada... Todos muertos...
Todos están muertos para mí.

No encuentro a nadie que sea exactamente como yo.
No encuentro a nadie que sea mi segunda gota de agua.
Quisiera ser como la lluvia...
Donde cada gota son de diferentes tamaños, pero iguales, en todos los sentidos.

No hay nada que salvar.
Tú... moriste hace tiempo.
Cambiaste y te fuiste.
Me dejaste solo en este mundo de hielo y escarcha.
Donde ahora soy un Rey, pero donde no tengo a ningún consejero, ni un amigo, ni un súbdito...

Grito al cielo: ¡Todos estais muertos!
Y ahora... ¿qué me queda?
¿Seguir viviendo en este mundo de frío? Donde la hierba que crecía ya no crece...
Desde.. que os fuisteis, me dejasteis aquí.

No hay nada que salvar.
Lo único cálido que hay en mí, es mi corazón.
Lleno de odio y rabia por vosotros.
¿Cómo pude sentir amor por aquéllos que me dejaron?



Si solamente pudiera... volver atrás...

jueves, 26 de noviembre de 2009

Espiritus de batalla

Mira, déjame solo en mi sueño.
Tú no tienes sitio aquí.
Donde demonios luchan contra la luz de los ángeles.
Donde los cadáveres llenan el suelo.
Sobresale mi grito de batalla entre los demás y tú estas en el bando contrario.
Me quieres despertar de este sueño.
Dices que es solamente una ilusión, pero para mí no es así.
La vida como mi sueño es una lucha constante por el poder, donde la amistad y el amor tienen un sitio menor en mi corazón, cuando mi única alegría es seguir matando a ángeles como tú.

Mira, los tuyos y los mios mueren gloriosamente.
¿Por qué no morir de la misma manera?
¿Por qué no quieres que muera de esa manera?
Cuando aquí no me queda nada salvo mis hermanos de batalla.
Cuando dejé de ser humano teníamos dejamos pasar esa oportunidad y ahora vienes y me dices que hay otra..
No, no pienso correr el riesgo.
Moriré con mi espada en la mano.
Moriré sabiendo que he absorvido tu espíritu y por fin estaremos juntos.

Esa es mi meta.

martes, 24 de noviembre de 2009

Kyle

Lloraría hace tiempo si pudiera, pero las lágrimas no vienen. Como si mis ojos estubieran secos.
No tengo nada de aquella persona, ni sé si tengo su amistad. En fin, he sido demasiado confiado a la vida y ahora he llegado ha tenerle miedo.
Yo creo y, supongo, que vivimos simplemente para superarnos a nosotros mismos día a día, pero muchos se rinden y optan por el suicidio, otros les gustaría hacerlo pero tienen miedo y no lo hacen. No saben lo que vendrá después, si es que viene algo.

Muchos hemos sufrido, y son estos últimos, los que tienen miedo.. Son los que suelen superarse a uno mismo, pero muchos otros se pierden en medio del camino y yo... No sé por dónde tengo que avanzar.

Pero sí sé, que sigo vivo y que mi vida vale para algo más...



Kyle.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Rasgos de lobo

Rasgos de lobo.
No puedes controlar tus instintos.
Por mucho que quieras... sigues siendo un animal que se hace pasar por humano.
Tienes el pelo despeinado y los colmillos demasiado afilados.

Eres una bestia asesina.
Rasgos de lobo.
No puedes evitar tu destino en las sombras.
Las vidas de cientos de personas pesan en tus hombros, en tu alma.
Huye, escapa de los cazadores.
Para volver otro día.
Como haces siempre.
Vuelves para hacer el mal.

Rasgos de lobo.
No puedes ser un humano, pero tampoco un lobo.
Eres un ser que solamente existe en la leyenda.
En el mito de los pueblos...

martes, 10 de noviembre de 2009

-.-

Tú me dabas sonrisas y yo media sonrisa. Tú me dabas risitas y yo te daba carcajadas.
Pero todo acabó, aquí, me alejé para siempre.
Ahora estoy malherido y... no sé si podré seguir recordando aquellos tiempos en los que tú y yo charlabamos, en aquella época que ibamos juntos a todas partes.
Pero todo acabó aquí, aléjame... o déjame morir.
Toco ya el clarín, todo, me da igual...
Tú me dabas tanta alegría nada mas verte a mi lado o en el horizonte o al borde de una esquina viendote aparecer.
Pero todo acabó, como todo acaba, como un buen libro, sólo que este libro solamente tiene una buena tapa... pero no un buen contenido.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Si quieres que alguien te escuche...

Recuerdo lo idiota que era hace cinco años. Recuerdo las gilipolleces que hice, a las personas que he herido. Pero ahora son otros tiempos, tiempos de melancolía en que ahora quiero ser como antes, o al menos dejar esta soledad.

Recuerdo nuestras conversaciones entre nosotros dos, y no eran muchas. Casi siempre hablabamos através de una pantalla, donde estabamos conectados. Tú y yo. Ahora seguimos igual, pero quiero ir más allá, saber lo que pensarás, saber lo que harás, pero no quiero dominarte ni nada por el estilo. Si quieres que alguien te escuche, que ese alguien sea yo. Pues aunque no deje la soledad, encontraré a alguien que en el fondo es como yo, aunque yo doy miedo como tal dijo esa persona, por mis pensamientos, mis sentimientos...

En fin, solamente soy un amigo que no irá más allá, nuestra relación se estancará como un lago que no tiene salida. Como el agua en una presa, pero que no tiene sitio por donde desbordarse, ni como atravesar el obstáculo.



En fin, si ahora pudiera llorar, lo haría... Odio estos sentimientos que corroen mi corazón.
Dicen que el amor es fuerte, pero tiene muchos puntos flacos, el desamor es también fuerte, pero lleno de dolor... Si quieres que alguien te escuche, ése, seré yo...

Recuerdo el primer día que te vi. Una persona encerrada en sí misma, como un caracol en su concha, como si todos fueramos ha atacarte. Aunque allí no estábamos para eso.
No mordíamos, pero tampoco nos fíabamos unos de otros.
Estamos llenos de un dolor que nadie comprende, solo entre nosotros nos entendemos, pero pocas veces, y pocas veces lo conseguimos arrancar de nuestro pecho y ofrecerselo a los demás.
Tú eres así, demasiado reservada, y al igual que yo, nos protegemos detrás de un muro en nuestro interior, donde no dejamos pasar a nadie.

Al final de todo, no somos tan diferentes...


No tienes por qué temerme, soy igual que tú. Yo temo por perderte, pero sé que en el fondo cuando tú quieras, acudirás a mí.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Catástrofe....

El tiempo pasa, y yo me voy desgastando cada vez más. Como una hoguera que se apaga, como una hoja de árbol que se quema, que al final... solamente quedan cenizas.
Espero que aparezcais algún día, pero las esperanzas ya son pocas... La ilusión es lo que ocupa mi corazón, pero también la desilusión.
Tardais demasiado en aparecer en escena, mi escena. Una escena donde hay furiosos oceános furiosos tragándose grandes ciudades porturarias... y barcos de velas, cargadas de gente, huyendo de las catástrofe. Gente muriendo ahogada o apaleada por los guardias para mantener el poco orden que queda.
Oh, ¿dónde estais hermanos..?

Enfrentamiento

Despierto en un sitio lleno de oscuridad. Tengo algo en la mano, algo de un material resistente y ahora recuerdo que es mi espada.
El hechizo ha funcionado, estoy en el infierno. Pronto veo ojos que me observan y figuras negras, empiezan a reírse de mí.
No me enfurece porque son demonios menores.
Piensan que moriré en manos de su señor, pero esa será la prueba.
Soy uno de los pocos ángeles que se atreve ha ir al infierno, para enfrentarse al más poderoso de los demonios. Lucifer.
Desplego mis alas de luz para hacer callar a los demonios menores que me rodean, y logro mi propósito.
Sigo esperando y nadie aparece. Pensé que el Señor de las Tinieblas aparecería nada más aparecer yo.
Pero seguramente quiere que haga una actuación.
Noto una voz potente que susurra a los demonios menores, o al menos a algunos de ellos.
Parece que la diversión empezará ya por lo que se ve.

Algunos demonios menores van avanzando hacia mí, me pongo en guardia, con la espada delante de mí y mi mirada no sólo mira a los demonios que tengo delante, también a los de atrás y los lados. No puedo verlos, pero noto su presencia....

viernes, 6 de noviembre de 2009

Vieja división...

Siempre ha existido una división en el cuerpo humano: la parte racional y la corporal.
La racional te lleva al a mente; claro está y la corporal conlleva al cuerpo.
Estas dos partes se contradicen siempre. Pues por ejemplo: cuando te gusta alguien y le besas o te besa, el cuerpo lo acepta, pero tu parte racional te puede decir que no es posible, simplemente por el hecho de ser diferente.
Sinceramente me da igual lo que diga el cuerpo, me fío más de la racionalidad, pues muchas veces aunque me he llevado palizad por ambas partes en mi vida, me gusta pensar que la racionalidad puede más que la atracción...

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Melancholy requiem

Frío, eso noto dentro de mí, en mi corazón. Y aunque el frío me gusta, no me gusta sentir ese sentimiento. Sentirte mal cuando estás con buena gente... es espantoso, horroroso. Noto que el pecho y el corazón quieren explotar de tanto frío que también recorre toda mi espina dorsal, sin descanso. Eso me pone aún más furioso, más nervioso, más asustadizo, más en guardia.
Quiero llegar al final de todo.
Estar en un mundo donde solamente esté yo, con ciudades desiertas y yo como único habitante. Un alma en pena sabiendo tocar y cantar como una sirena que atrae a esos barcos para que se estrellen contra las rocas...
Y con esas estatuas de piedra que yo sé que son como yo. Que sólo son frío, aunque pueden expresar calor, un sentimiento cálido..
Puedo expresarlo, e incluso a veces sentirlo pero..¿cómo lo hacen los demás para sentir siempre esa cálidez?

Yo.. no... puedo... soportarlo.
Tú tampoco puedes, te sientes igual que yo, salvo por cuando estás con tus seres queridos, no solo familiares, si no gente que también es cercana a ti, como tus mejores amigos... Tú eres diferente a mí en muchos aspectos.
Como un reloj que va por otro lado, como una cruz cristiana a una cruz satánica. Iguales con diferencias...
Sentimientos oscuros en dos cuerpos, uno más oscuro que el otro. El otro tiene la luz de sus ojos.
Como dos platos limpiamente blancos, como dos lunas llenas...

Yo... no... puedo... soportarlo. ¿Cómo puedes soportarlo tú? ¿Cómo soportar tanta oscuridad sin nada de luz?
Tan oscuro que mi piel se está volviendo negra, tan oscuro que mis ojos están perdiendo el color, tan oscuro...

Habitación, secuestro, mordedura, violación III

La vampira -si es que lo era- empezó ha estar más cerca de la cama. Demasiado cerca para mi gusto. Sin decir nada, me bajó los vaqueros a la altura de los pies... Ya sólo estaba en calzones. Se puso encima mío y empezó a "botar".
El colchón de la cama se notaba que era antiguo, porque chirriaba, parecía que aquella joven peliroja quería excitarme de alguna manera.
Mi cuerpo la aceptaba, pero mi racionalidad no...
La mente me decía que escapara, pero... ¿cómo podía escapar estando maniatado?
Mi miembro se endureció y ella lo internó en su cuerpo.
Empezó ha gemir con el rato. Estubimos así bastante rato, luego los dos ya jadeábamos. Sobre todo yo, pero ella parecía que estubiera con cada penetración más fuerte, con más energías.
Era igual de alta que yo, pues ahora deslizó sus curvas sobre mí, y yo estaba a punto de llegar al climax... Se fue acercando a mi rostro, y en vez de besarme como yo pensaba, me mordió el cuello, lentamente y sin prisa. Sobre todo sin prisa, porque me dio tiempo ha llegar a la erección.
Más tarde no sabría que aquella situacíon era la última de mi vida...

martes, 3 de noviembre de 2009

Habitacion, secuestro, mordedura, violación...II

Con la poca luz que había, vi a una muchacha que aparentaba unos veintitres años o más, peliroja, ojos de un brillo dorado como los gatos y rasgos finos.
No llevaba ninguna prenda de vestir y yo solamente tenía puesto los vaqueros.
Estaba asustado, lo aparentaba demasiado, mi boca estaba abierta como diciendo: Oh.
La chica desnuda se relamía mientras miraba mi pecho, que no era mucho..., después desvié la mirada de su cuerpo desnudo y vi en mi pecho y en los costados marcas. Unas marcas que no estaban muy separadas unas de las otras, como si algo hubiera perforado mi piel.
-Te he mordido varias veces. Pero al parecer me está costando convertirte... -dijo la chica, captando de nuevo mi atención.
-¿¡Qué eres!? - pregunté gritando, asustado.
-Los humanos nos llamais vampiros... Tendrías que haberlo deducido ya. -me replicó ella.
Vi una sonrisa suya que dejó ver sus dientes blancos, sus colmillos más largos de lo normal...
El vello de los brazos y la espalda se me erizó.
-¿Te pongo nervioso? Me gusta -dijo la desconocida.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Habitación, secuestro, mordedura, violación

Solo estoy y solo estaré para siempre.
Hay sudor por mi frente, hace calor.
Todo está oscuro, estoy en una habitación sin luz.
Me he convertido en algo que temía, pero... ¿cómo puede haber sudor en mí si me he transformado?
-Te estás transformando, ahora mismo estás eliminando todos los líquidos de tu cuerpo, estás muriendo; dijo una voz en mi cabeza.
¿Aún soy humano?, me pregunté a mí mismo y a aquella voz.
-Por desgracia... sí. La transformación es lenta y hacen falta más de un intercambio de fluidos para completar la transformación, continuó hablando la voz.
-¡Entonces aparece y acaba con mi sufrimiento!, grité.
-Nunca te he dejado solo, he estado en esta habitación contigo, solamente que aún eres humano y no puedes detectar mi presencia porque tus sentidos están dormidos, explicó la voz.

No, no podía ser que aquella criatura que me secuestró y atacó estuviese conmigo en aquella misma habitación.
De pronto se encendieron antorchas por todo el cuarto, yo estaba tumbado en una cama, atado.
La habitación era grande, con cuadros de mujeres y hombres mordiéndose la garganta y estaban desnudos. Si no estubiera atado habría apreciado esos cuadros, pero en la situación en la que estaba... no era para eso. Aparte de los cuadros, también había un escritorio con una silla, había varios papeles y algún libro, logré ver una forma rectangular. Supuse que era la puerta por su forma y tamaño.
-¿Estás mejor así? -preguntó la voz, que por fin logré discernir que era una voz femenina

sábado, 31 de octubre de 2009

El reino de los cielos

Padre nuestro, que estás en el cielo,

santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu reino;

hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal.


Amén!

No sé si mis plegarias llegan en la morada de Dios. No sé el por qué de porque mi hijo murió, ni por qué mi mujer se suicidó después...
Sólo soy un simple herrero, pero tengo derecho a ser feliz; ahora lo he perdido todo...
Tan solamente me queda mi fragua, este taller... NADA...

Padre nuestro, que estás en el cielo,

santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu reino;

hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal.


Amén!


Otro día y otro rezo a Dios.
Me encuentro junto a un sacerdote, al lado de la fragua.
Estoy ocupado y no hablo, pero sí escucho lo que dice.
-La aldea no te quiere aquí... Si quieres que Dios perdone a tu esposa deberás marchar lejos, salir de Francia, tal vez... a Tierra Santa.
-¿QUÉ PERDÓN HA DE RECIBIR MI ESPOSA? -grité.
-Tu mujer era una pecadora por suicidarse, pero... ¿qué hará en el infierno sin cabeza? -dijo el sacerdote sonríendo maliciosamente.
Le miro, tengo una espada recién forjada del fuego. Le clavó en el vientre la espada al sacerdote y le empujo a la fragua. Veo que tiene el crucifijo de mi esposa en el cuello.
El sacerdote grita, se retuerce de dolor en el fuego. Meto la mano en el fuego, no retrocedo; necesito ese crucifijo.
Se lo arrancó del cuello y el taller empieza ha arder.
Cuando ya es por la mañana estoy tirado en el suelo con la mano dolorida, pero contento de tener el único recuerdo terrenal de mi esposa...
Pasadas unas horas viene la guardia del castillo, lo inspeccionan todo y me cuelgan en la soga...

Sálvame

¿Dónde estás?
Llevo esperando mucho tiempo y ya he perdido la cuenta de los minutos y las horas que han pasado.
¡Sálvame de este dolor en mi pecho!
Es como si algo me atravesara, como si una lanza o una espada me atravesara el corazón. Causando una herida en la que solamente brota sangre.
¡Sálvame, cúrame esta herida!
Luchando no podré curarme, y sin luchar moriré.
No hay nadie que me recuerde. Hasta tú te has olvidado de mí.
¡Sálvame!
Yo sé qué no eres un médico, pero estando aquí, a mi lado, estaría como nuevo.
Con las fuerzas renovadas.
Sólo quiero gritar al cielo y ha este silencio: ¿dónde estás?
¡Sálvame!

NO ME BASTA

No me basta con sobrevivir. Quiero sentir los latidos del mundo.
Internarme en las entrañas del mundo para vivir en la oscuridad.
Para desarrolar sentidos que nadie va ha desarrollar jamás.
Internarme en algún sentimiento que no sean ni el odio, la rabia, la ira, la desconfianza.
Quiero sentirme seguro. en un sitio oscuro, pero con la luz de las alas de un ángel.
Pero nada de esto se cumplirá, es un vano sueño...
Como todo...
Adiós...
Es demasiado esta existencia solitaria, durante más de diez años...
Jugaba en el parque, en un sitio lleno de arena, con un cubo, llenándolo de arena y vacíandolo... Solo...
Adiós...
Los ánimos de una madre, de un padre, de un hermano o hermana o de algún familiar no me sirven... Quiero a gente que me aprecie por mi mismo, aparte de mi família.
Adiós...

Devorador de almas

Las gotas de la lluvia golpean mi cara. Es una noche oscura, no hay luna, ni estrellas, sólo la luz de las farolas de las calles de la ciudad.
Camino por las calles como si nada. No inflijo las leyes de este mundo, pues no es mi mundo. Yo antes era del mundo físico, pero ahora pertenezco al espectral. Si piensas que soy un vampiro, te equivocas, soy algo con una sed más intensa, la sed de almas.
Soy casi como un vampiro, por la sed, pero tengo el cuerpo deformado, solo tengo la mandíbula superior en la que se ven mis colmillos, mi piel es azul, tengo tres garras por dedos en cada mano y dos más en los pies.
Soy un ser esqueletico, pero fuerte, pues conservo los musculos de las piernas y los brazos. Mis alas... están destrozadas, agrietadas. No puedo volar, pero sí planear, puedo escalar paredes.
Veo a una pareja delante de mí. Se asustan, la mujer se queda parada, el hombre huye, y yo me acerco corriendo a la mujer, la sujeto todo lo que puedo, pues es más alta que yo. Me la llevo a rastras por el suelo a un callejón oscuro y le muerdo el cuello.
Esa es mi comparación con los vampiros, que no causan tanto terror, pero yo sí.
Causo un pavor que podría producirte un paro cardiaco, pero cuando muerdo en el cuello no absorvo la sangre.
Absorvo una luz azulada, esa luz azulada es el alma...

El nombre de mi gente es Rigelim.

Totalmente solo

No puedo estar con nadie más y voy solo.
¿Por qué? Porque me ven un loco, un anormal, un retrasado.
SIEMPRE me hago ilusiones que al final siempre acaban en desgracia.
No tengo sitio en este maldito lugar. Son unos ciegos, solo ven lo de fuera y no lo de dentro...

No tengo hogar, voy de aquí y allá en busca de algún cariño, de buscar algo que me sirva para seguir. Vanas esperanzas...
Pero esa llama, la esperanza, siempre se reaviva sola en mi corazón. Como si ella misma supiera que al final encontraré mi lugar.
Y cuando pienso que lo he encontrado, empiezan los malos pensamientos, la desconfianza que no me deja llevar.
Que no me deja ser yo mismo, si no un ser que no existe...

Y solo voy..

Tú no eres como yo. No tienes sitio en este lugar. No eres como yo. Tú puedes ver.
Si tanto deseas formar parte de mi mundo ¿por qué tardas tanto pedirmelo?
Aquí, en este bosque.
Todo respira, el cielo, la tierra y el mar.
Y solo voy, no puedo estar con nadie más y solo voy.
Tú te pareces a mí en algún sentido. Has vivido más que yo pero... nuestro dolor podría ser eterno si nos quedamos solos.
Y aunque digamos que solos estamos bien, en la realidad no lo estamos. Solamente se está bien solo cuando tú decides estarlo y no cuando los demás deciden por ti.
Este bosque es mi hogar.
Noto tu dolor en aquellas sonrisas amargas del pasado, estubimos juntos un tiempo que para mí no fue suficiente, nueve meses a lo sumo, y todo queda en ¿qué? ¿En la nada?
Sé como es el mundo que vi, lo quiero muy lejos, fuera de aquí.
Sentí tu dolor, pero no tu maldad, a lo mejor no tienes maldad.
No quiero estar solo.
Pero si ha de ser así, así será...
Miro al sol y solo voy, no miro atrás y solo voy.
Pero no se por qué, que tú... de algún modo me sigues...

En mi paraíso, en mi caos

He creado mi propio infierno, mi cielo, mi jaula.
Mi propia religión.
Con unas reglas dulces para mí.
Sí, mi religión no es para ti, como tu no eres para mi.
Yo ya estoy salvado en mi propio caos.
Mi caos...
Tú no eres nada mío, aunque antes eras mi ángel.
Sigo solo en mi cielo.
En el edén de mis sueños.
Soy un completo desconocido para ti y sin embargo tú me alumbraste los ojos con esa luz tuya, pero, no me arropaste en tus alas de plumas blancas...
Y ahora sigo aquí solo en mi paraíso.
No necesito salvación.
¿Por qué crees que necesito ser salvado?
¡YO YA ESTOY AQUÍ!
Y tú sin embargo tratas de convencerme de que estoy equivocado...

Yo ya estoy salvado en mi propio caos.
¡Salvado en mi propio cielo!
Sigues intentado convencerme y yo me pregunto:¿por qué tanta obsesión por mí?
Tú ya no eres nada mío.
Lo dejé todo detrás de mí.
¡Ya no siento nada!

Merecido descanso

Me alumbran con una linterna y me ciega esta luz que me da en los ojos...
Huyo y caigo en el vacío qué es la nada.
Intento aferrarme a algo sólido, pero siempre que encuentro algo se divide en pequeños trozos.
Cómo si se tratara de frágil cristal...
Y yo me pregunto: ¿por qué huir?
Con todo lo que he luchado, con todo lo que he ofrecido y ya me rindo...
Aunque sea una batalla perdida, yo siempre luché hasta el final.
Hasta caer en un sueño profundo de milenios y volver a levantarme con las fuerzas renovadas.
Para volver a luchar y dar muerte a mis enemigos y aunque estos acaben conmigo yo siempre he presentado batalla, y la presentaré.
Atacar y esconderse, atacar y esconderse.
Pero ya es hora de cambiar.
La linterna alumbra mis ojos y me ciega.
Huyo de la luz e intento aferrarme a algo que no sea un sueño, que sea una esperanza inútil, pues los dioses de la muerte siempre están conmigo.
Todo se derrumba y sus tambores suenan.
Vienen en perfecta formación y yo junto a unos pocos espero a que vengan.

¡A que den la señal de atacar!
Toda esperanza es en vano, pero algo me ayuda a creer que la victoria es posible, que después de esta batalla tendré mi merecido descanso....

Allí arriba

No quiero más estrellas.
No quiero tener que mentir más por ellas.
No tengo que soportar esto...
Quiero... irme, allí arriba.
Con ellas.
Donde nadie pueda alcanzarme.
Tener luz propia...
Ver a las diminutas personas del Planeta Azul caminar y vivir sus vidas, sin que ellos sepan de mi existencia.
Y... si la averiguan que me pongan un buen nombre.
Un merecido nombre por la luz propia que pueda llegar a tener....
O ser un satélite sin luz, pero girando en una órbita. Alrededor de algo más grande y poderoso que yo...

¿Cuál es el nombre que me pusieron los humanos?

Luchar

Tengo miedo.
¿A qué tienes miedo?
Ha perder.
¿Perder el qué?
Mi mundo, mis sueños, mis fantasías, lo poco que tengo.
Pues lucha. ¿Para qué rendirte al principio sin haber luchado?
No soy un luchador.
Pues conviertete en uno.
No es tan fácil.
O creeme. Sí, lo es.
¿Y tú cómo lo sabes?
Porque yo lo perdí todo, luchando contra todos. Tú sólo luchas contra uno y no contra unos individuos. ¡Lucha!
No...
No puedo luchar por ti, porque si no luchas por ti mismo nadie lo hará.

domingo, 16 de agosto de 2009

Ojo por ojo cómo sangre por sangre

Sangre inocente y criminal se han vertido.
No me salves.
Soy un asesino.
Un pecador.
Sangre inocente y criminal se verterá.
¿Por qué quieres salvarme cuando no hay redención?
Soy un asesino.
No me salves.
Sólo soy un Jinete del Apocalipsis.
No merezco ser salvado.
Te ofrezco este puñal para que acabes conmigo, porque si no seguiré matando sin vacilar.
He de purgar este mundo de cualquier mal.
Y soy parte de ese Mal.
Lágrimas de personas saboreo y juran que sangre por sangre... como ojo por ojo que mi sangre se verterá.
Se engañan.
No me salves.
¿Por qué quieres salvarme cuando no hay redención?
No hay perdón para un asesino y ... sin embargo me quieres salvar.
No lo hagas.
Vete, huye.
Lejos de mí, donde no pueda encontrarte para juzgarte.
No me salves...
Lágrimas de dolor saboreo, de rabia y odio.
¡NO ME SALVES!

sábado, 1 de agosto de 2009

Nathaniel


El hombre se encontraba en una iglesia, mirando la gente que estaba allí dentro como se santificaba y se le perdonaban todos los pecados...
Pensaba que si hay un Dios en éste mundo no está aquí. No es difícil de entender o al menos para él no... Se aparta el pelo de la cara porque no le dejaba ver. Y allí delante de todos los bancos estaba el cura recitando parte de la bíblia o eso creía... ya que no sabía mucho sobre éstas cosas. Ni le importaba.
Sólo estaba interesado en una cosa: hablar con el cura. Él y el cura no eran cómo las demás personas que estaba allí dentro.
El pastor se puso a cantar y junto con él, el coro. Formado por algunos personajes de avanzada edad y alguna persona jóven. Tampoco se fijaba en ellos... Y.. si los miraba no era precisamente a los ojos... Porque debía admitir que tenía...
No, no podía perder el control. ¡Eso desvarataría la fachada que habían montando todos...! Ellos...
El pelo le cubrió otra vez los ojos y volvió apartarselo. La gente se iba lentamente y otros hacían fila para hablar con el cura. El hombre esperó tranquilamente. No tenía prisa pero tarde o temprano perdería el control y lo sabía. Y si perdía el control no debía dejar testigos... Ninguno.
Ya sólo quedaba que se fueran los del coro. El cura caminó hacia ellos y les dio las gracias por aquellas canciones y que los esperaba en la siguiente misa.
El hombre que estaba en un rincón se puso la capucha de la sudadera negra y caminó hasta el cura que por casualidad también vestía de negro como un monje de monasterio o como los antiguos sargentos de los templarios. Debía admitir que el cura en verdad era un maestro oscuro de gran edad... Sí, era realmente viejo.
No tenía pelo en la cabeza, pero sí tenía bigote, los ojos azules y la nariz aguileña.
-Ah, Nathaniel, sabía que vendrías -dijo el cura, sonriendo.
-Hola, Maestro -dijo el hombre de la capucha, bajando la cabeza en señal de respeto.
-¿Has venido a alimentarte?-preguntó el anciano.
-Sí, he estado apunto de lanzarme contra... -no pudo seguir hablando.
-Tranquilo, tengo a dos presas para tí. Un hombre y una mujer jóvenes -lo tranquilizó y añadió.-: Ven, sígueme a mi despacho. Están allí.
-Gracias... Maestro.
El hombre caminaba detrás del anciano. Caminaron rápidamente. Pues sabían que Nathaniel no aguantaría una eternidad sin beber sangre..
Y abrieron la puerta del despacho. El despacho era grande, con un escritorio, una silla, un ordenador sobre el escritorio, estanterías repletas de libros antiguos y las paredes blancas rellenas de algunas fotos y cuadros.
En un rincón estaban las presas atadas y amordazadas en una silla. La boca la tenían tapada por esparadrapo o algo parecido y el resto todo lleno de cuerdas.
Nathaniel los miró sombrío y vio el miedo en los ojos de los dos. El hombre no era muy jóven que digamos pues tenía todo el pelo canoso y la barba cana pero parecía tener buena forma, la chica... sí, era jóven, rubia con los ojos azules cómo el maestro, baja...
Los dos vestían túnicas blancas y Nathaniel sabía que el maestro disfrutaba con vestir a sus víctimas como cuando vestían en sus tiempos...
-Alímentate, pero, no tardes.- avisó el maestro.
Nathaniel se acercó a la chica, se arrodilló delante de ella. La chica lo miró asustada e intentado gritar o hablar pero con la boca amordazada no se le entendía. El maestro ya se relamía de gusto.
Mientras estaba arrodillado acercó su mano y cogió la pierna de la chica, le mordió. Nathaniel succionó la sangre, lentamente y la chica mientras... gritaba con gritos sordos que apenas se oían.
Al cabo de un rato la chica perdió la conciencia hasta que al final quedó desangrada. Pero no estaba muerta, no, se convertiría con el tiempo. Pues el maestro quiere que le consigamos discípulos...
Ella sabría que yo la mordí pero no me debía lealtad a mi o sí....
-Ya está, Maestro
-Bien, bien. Ésta vez ella también te deberá lealtad a ti, pero, también a mi. Aun no serás un maestro pues eres jóven y ahora vete. Aquí llamas mucho la atención y los humanos no deben descubrir que yo te consigo alimento. Esto no será siempre así, te lo garantizo. - dijo complacido el cura y hacíendo un guiño.
Si he de cazar cazaré, Maestro, pensó Nathaniel.
Nathaniel volvió a ponerse la capucha y se marchó de la iglesia. Fue el Maestro quien le inició en ésta no-vida... y ahora él mismo convertía o mataba a otros. Humanos inocentes... No los apreciaba, pues los humanos temen a los seres de la noche.
La poca gente que le miraba veía como le brillaban los ojos como de un color dorado, como si fuera unos ojos sobrenaturales. Nathaniel también los observaba, acechando, pero sin atacar. Dejó de caminar y se apoyó en una pared. Las uñas le crecieron unos milímetros, estaba preparado. Respiraba entrecortadamente porque la sed volvía. Siempre volvía y debía recuperar fuerzas.
Alguien se le acercó, no sabía de que sexo era aquella persona, pues estaba medio cegado. No solo por el pelo, sino por la debilidad que sentía.
-Eh ¿estás bien? -preguntó la voz de la persona.
Nathaniel como toda respuesta alzó una mano y la dirigió hacia el cuello de la persona, le desgarró el cuello. El cuerpo tanbaleante cayó al suelo. Nathaniel sonrió y se dispuso a morder el cuerpo de la persona que resultó ser un adolescente.
Cuando hubo acabado, se fue corriendo. No debían encontrarle y sabía que pronto sería de día. Tenía que ir al cementerio...

viernes, 3 de julio de 2009

Maldición II

Pasan días de cierta calma. Pero es la calma que precede a la tempestad según se dice.
Pues la maldición sigue su lento y tortuoso camino.
Suspira. La ira y el rencor le consumen tan lentamente el corazón, que le desgasta las fuerzas...
Observa la negrura de la maldición en su mano, su brazo y parte del pecho.. Sonríe amargamente y decide que ya es hora de hacer algo...
Tiene un cuchillo en la mano y se lo esconde en la manga. Sale a la calle y cuando hace ver que tropieza con una persona, le clava el cuchillo en las costillas. La víctima ve téntaculos espirituales en el brazo de su agresor, pero ya no puede hacer nada... Y yace muerto en el suelo.

Esto es lo que deseo, esto es lo que desea mí cuerpo y mí alma, piensa.
Una mujer lo ha visto todo... y se da cuenta de ello. La chica huye y la persigue sin descanso...
Hasta que la alcanza, la para y la deguella como se deguella a un cerdo... Limpiamente.. Sin vacilación.
Esta vez no hay nadie, solo él. Se hecha a reír y a correr. Debe pensar, recordar... Vuelve al parque en el que se encontró al adolescente y recuerda eso con odio. No odio hacia el chico, sino odio hacia los otros.

¿Cómo permite esto la sociedad? Se pregunta.. Pero ya sabe que nunca obtendrá respuesta...
La buscó todos esos años, antes de estar maldito, y ahora si tubiera una respuesta se daría cuenta que ya no le serviría de nada.

Llora y ríe a la vez. No está contento, no está satisfecho con esas muertes...
Tira el cuchillo y no lo ve caer. Le da igual si lo encuentran. Porque nadie podía pararle. Ya no.
Tiene nuevas fuerzas, pero son demasiado pocas.

Empieza a sudar y respira entrecortadamente...
Está débil...



Pronto la maldición lo matará...

miércoles, 1 de julio de 2009

Maldición

Se encuentra apoyado en la pared. Observando como pasa la gente por la calle, como juegan los niños, como pasan los coches y camiones. No le gusta lo que ve...
Sobre su cuerpo y alma pesa una maldición. Le corroe el odio, las ganas de vengarse...
Algún día morirán, piensa.
Tenía los brazos cruzados sobre el pecho y se podía ver que en uno de ellos era de color de ébano. Todo el brazo menos el resto del cuerpo. Pero en los próximos días moriría consumido y se convertiría en algo que deseaba con fervor. Pues así tendría más fuerza...
Se convertiría en un monstruo de lo peor... Los humanos ya son monstruos de por si, pero, pocos llegan alcanzar lo que éste está alcanzando...
No moriría en el acto, sino que morirá lleno de agonía, de dolor y por desgaste de energías.
Se cansa de estar así y se pone a caminar lentamente. Todo recto hay un parque y cuando llegó allí se puso a recordar...

Se veía a él mismo de niño jugando solo en la arena... y también veía que aunque estubiera solo el niño sonreía. Pero ahora sus sonrisas eran amargas como las lágrimas.
Sus ojos lagrimean y se enfurece más. También va notando como su maldición se extiende por su cuerpo, de como la negrura avanza....
Más adelante ve como unos adolescentes se ríen de otro que no puede defenderse...
Va hacia ellos corriendo enfurecido y cuando llega empuja salvajemente a los adolescentes menos al que recibía las burlas.


Cuando ya se han ido, mira al jóven. Está asustado. Se le notaba en la mirada...
-Gr... gracias... - susurró el adolescente.
No contesta, simplemente le mira y recuerda aquella época en el que también le pasaba eso y se puso a caminar de nuevo. Pasando de largo del jóven. No podía decirle nada... No le salían las palabras. Pero se dio la vuelta y se dirigió otra vez hacia el chico, le tendió la mano y éste se la apreto sin ganas. Sonrió amargamente. Se dio la vuelta de nuevo y siguió su camino.
Sigue pensando y de caminar. No tiene ningún destino, solamente desea la venganza y el olvido... pero no quiere olvidar. El odio le hace fuerte, demasiado fuerte...

La maldición se extiende por parte del pecho y no lo mira horrorizado, sino con una loca alegría...

domingo, 28 de junio de 2009

...

Y ahora me doy cuenta de que todo llega a un mismo punto de relación. Las amistades llegan siempre al mismo punto de confianza que muchas veces nunca logran avanzar...
Se quedan siempre en el mismo punto... Y lo jodido es no seguir avanzando pero en vez de avanzar se retrocede hasta tal punto que llega hasta los sentimientos más oscuros de la gente: como el odio, celos, envidia...

Hay días que mejor sería no despertar, hay sueños que mejor sería no soñar. Sería mejor combatirlo todo y a todos, si ningún miramiento... Hay veces uqe sería mejor no pensar, hay heridas que no dejarán de sangrar...

No sé contra qué he de combatir, si es contra mí o contra los demás...

lunes, 15 de junio de 2009

Elendiar


No quise creer,cómo eran ellos.

Mi gente, no sabía cómo eran.

No aceptaba la realidad que me rodeaba.

La realidad que ven mis ojos, pero no mí espíritu...

Viven en la maldad, y yo debo elegir.. si seguir el camino del exilio o el de la oscuridad de mí gente...


No quise creer, cómo eran ellos.

No sabía cómo eran, ni qué representaba ser un elfo oscuro...

No aceptaba la realidad que me rodeaba,

Mí espíritu veía otra cosa que mis ojos no ven...


¡Traición! Eso es lo que conocen.

¡Mentiras!

sábado, 13 de junio de 2009

Un soldado lucha por la libertad, mientras que el esclavo lucha por sobrevivir. El soldado es fuerte y el esclavo débil... pero... ¿Cúal de ellos es más débil, el que no tiene sentimientos o el que los tiene? No sé responderos a ésta pregunta. Si la teneis decidmela..
Déjadme morir aquí, sin tumba, pudriéndome... Más podrido está mi corazón...


Oh ¿Por que he de ser así?
Teníamos que alimentarnos... Sasha, Daemon, Jalal no mostraban signos de arrepentimiento por las muertes... Ni uno...
¿Sería yo el único? Me temo que sí. Si no fuera por el madito Angelus aún seríamos humanos... pero nosotros cuatro fuímos los primeros que creó... Ahora tiene su séquito de convertidos como nosotros...
Nos vengaremos. Hemos de matarlo y también a todos los suyos... Nosotros no tenemos un plan aún..
Somos Caballeros de la Muerte y nos vengaremos...

Habrá más como nosotros bajo nuestro mando...
Cada víctima se me aparece en mis pesadillas...
Si pudiera volver a ser humano tal vez... Alguien me perdonaría los pecados que he cometido.


Engel

miércoles, 10 de junio de 2009

Lo que daría por...

Estaba en el tren, en un asiento junto a la pared. A mí lado había una señora y un tio escuchando música hardcore al máximo. Como si no le importara que molesta con el volumen tan alto... pero paso de decirlo.
Pronto entra una clase de críos que no paran de chillar como locos, bueno, son pequeños, es normal... Pero no aguantaba los sitios con mucho ruido y llena de gente...

Faltaban siete minutos para llegar a la siguiente para, ocho para la otra y dos o tres para la siguiente..

Esto era como un hervidero de insectos que no paran de moverse.... y eso que estamos quietos...
No lo soporto, esto me sobrepasa... Estoy empezando a ponerme nervioso y no paro de mover el pie por culpa de los nervios...

El tren sigue su camino rápidamente, hasta que estamos en la penúltima parada del recorrido y veo que entra una chica que me parece muy familiar.. y eso que no la conozco o eso creo...
No tiene nada de especial... O eso creía.
Me levanté preparado para bajar, me encontraba detrás suyo... pero el tren iba tan rápido que el impulso de la velocidad hizo que la chica tropezara conmigo y me piso el pie. Por suerte los otros que también tropezaron no me pisaron...

La chica se gira para pedirme disculpas... pero no hace falta... sé que no ha sido con mala intención.

Así que le sonrió y ella al verme sonreir, tambien sonríe...


Ya es mi parada, he de bajar..



Lo que daría yo por volver a ver ésa sonrisa....

Harto

Muchas veces me he arrepentido de lo que he hecho. Demasiadas, y, una de ellas fue ayudarla, a consolarla. ¿De qué le sirvió? ¿De qué me sirvió a mí? No me sirvio para nada y si le sirvió no me lo demostró.

Y ahora me encuentro lejos de aquí, en otro mundo creado por mi subconsciente... Donde reina el hielo, el veneno, el odio... ¿Que más da si la gente vive sin mí? No me importa, siempre pasa igual...

No tengo sueños, solo un deseo: que todo esto acabe..
Que acabe el dolor, pero a lo mejor soy un sadomasoquista y me gusta sufrir. Ni yo mismo lo sé.

Algo me tiembla en el bolsillo. El móvil. Alguien me llama... ¿Quién será? No pienso cogerlo. No tengo ganas de hablar, pero, miro quien es y veo que es ella...
No me llama, es un mensaje...




Dice:




Te quiero..




Y yo confundido apago el móvil...

lunes, 8 de junio de 2009

Pasaron semanas antes de que se celebrara ése baile, pero por fin, llegó el día.
El baile era en el mismo salón y ya me encontraba dentro. Las parejas ya danzaban y ella no estaba a la vista.
¿Vendrá? No puedo saberlo. Tal vez... tal vez se haya cansado de mí y mis tonterías..
No me hace mucha gracia pensar en eso.
Me dirijo a la puerta del otro lado, donde lleva al observatorio. La abro, subo las escaleras y me acerco a la barandilla pero no ha llegado aún...
Sonrío al ver a las parejas sin máscara. Ahora enseñan su verdadero ser y no aquel muro de mentiras que siempre se suele utilizar para protegerse...


No ha venido y no vendrá...

viernes, 5 de junio de 2009

Danzabámos lentamente hasta que la aparté de mi lado. Tenía que irme...
-Te vas a ir ¿verdad?
-Sí.. He de hacerlo.
-¿Volverás?
-Lo intentaré. -dije sonriendo detrás de la máscara.
Ella no sabía cómo era yo, pero yo sí sabía como era ella. Ojos azules, pelo negro, bajita, nariz pequeña. Era bellísima... Soy malo describiendo a las personas, lo sé. La imagen se me queda grabada a sangre y fuego en la memoria y sin embargo a veces no sé cómo describirlas porque a la gente pueden parecerles de otra manera. Como si viera ilusiones de ellas..
Tal vez las vea porque estoy perdidamente enamorado de ella o al menso me muero por estar a su lado... A todas horas no... pero sí la mayor parte de ellas.
La parejas empezaban a marcharse y ella se quedó sola. No me arrepentía de dejarla sola porque yo también lo estaba. Podía quedarme con ella... Necesitaba pensar... en TODO...

El por qué me eligió a mí y no otro. ¿Le daba pena? ¿O me eligió simplemente por qué no sabía a quién elegir y por eso me eligió a mí? Solamente porque estaba solo simplemente seguro..

Ésta noche no podré dormir...


Pensando en ella estaré...



















Próximo baile sin máscaras

jueves, 4 de junio de 2009

Recuerdos del odio

Estoy aquí sentado delante de la pantalla del ordenador, escuchando música con el volumen al maximo.. Pienso en cómo he llegado ha esto. En cómo he perdido estos años de mi vida por esos hijos de puta.

Sonrío ante la ironía de que yo no había hecho ningún daño a nadie y sin embargo yo he recibido más daño que caulquiera de ellos... Me muero de ganas de darles un paliza, pero sé que no debo... pero lo que me gustaría rebajarme a su nivel y hacerselo pagar. Coger una pistola y pegarles un tiro en la cabeza y luego a mí porque no podría soportar esas pesadillas.
No siento amor hacia mis parientes ni hacia mis amigos y sin embargo ellos están ahí siempre...
Amor de pareja no habrá nunca simplemente porque no quiero tener nada con alguien que seguramente me traicionará...

Diréis que tengo miedo y tal vez sea así, pero, no quiero arriesgarme y sé que así no ganaré nada pero tampoco lo perderé...


Y ahora me levanto porque ya es la hora de la noche, la hora de salir...
Me veo obligado a abandonar un sitio que yo creía que era seguro. Donde me cuidaban, donde me alegraban y donde querían lo mejor para mí.
Ahora he abierto los ojos... querrán lo mejor para mí pero en contra de mi voluntad. Me quieren mandar a un lugar que no es mi lugar... Como si quisieran deshacerse de mi, como si fuese una servilleta de usar y tirar..

Me veo obligado a irme de ese lugar que fue como una segunda casa, pero la estancia allí solo es temporal... Sonrío al ver que tengo la vida realmente jodida. No puedo esperar hasta los dieciocho e ir a una escuela de adultos, n0 no puedo y no me dejarían ir a un sitio así.



¿Qué he de hacer?

miércoles, 3 de junio de 2009

Soledad de un vampiro



Dicen que la vida es lo mejor que se tiene y luego se dice a donde se va si al paraíso o al infierno. No creo que los que son como yo vayamos a algún sitio de esos. Porque yo soy un vampiro, un monstruo. Yo solo mato lo suficiente para sobrevivir día a día pero cada día la sed se me hace insoportable. Los de mi raza estamos metidos en una guerra donde se enfrentan 3 razas: la mía, los humanos y los licántropos. Los humanos no tienen suficientes fuerzas porque son pocos y se llaman a sí mismos Cazadores, los nuestros son muchos más pero igual de pocos que los licántropos. A nosotros no nos afecta la luz del sol como en las películas pero nos debilita y hasta a veces nos ciega.
Estaba en el salón viendo la televisión aquella caja donde la gente se tira casi todas las horas del día. Ya se acercaba la noche y la sed era insoportable y notar la sangre en la garganta: cálida y fresca me volvían loco hasta hacer que matara a mi víctima. Pero estoy arto, solo estoy conmigo mismo, mis pensamientos y mi soledad. No hacían nada interesante en la televisión, anuncios de máquinas de gimnasio. Salí de casa, me quedé un rato en el portal viendo las estrellas.
<>
La gente iba en grupos grandes, era sábado, cuando los jóvenes humanos iban de fiesta. Era el mejor día para ir de caza. En un callejón me encontré a una joven de apenas 16 años rodeada de un grupo de subnormales. Me acerque a ellos y empujé al primero contra la pared, se llevó tal golpe que se quedó inconsciente. Uno de los otros dos llevaba un bate de beisbol, me golpeó y el bate se rompió y le di un puñetazo rompiéndole la nariz. Aquellos dos huyeron dejando solo a su compañero caído. Me acerque a la chica lentamente pero demasiado cerca para su gusto creo.
-¿Tienes miedo?
-Sí- dijo ella.
-¿Quién eres?- me preguntó.
-Me llaman Virgilio.
Y me lancé sobre ella, sujetándola y acercando mi boca a su garganta, hasta hundir mis colmillos en su carne. Pasado un rato murió, pero yo solo quería convertirla en uno de los míos. Pero no tenía el suficiente autocontrol desde luego.
Me fui de allí corriendo a una velocidad de vértigo, una de las ventajas de ser así.
Ya estaba a punto de salir el sol y sentí un olor dulzón a mi espalda, me dí la vuelta y vi a una mujer de 22 años pero que en verdad tenía quinientos años, una vampira antigua.
-Hola Virgilio
No salude, solo asentí con la cabeza. Siempre me la encontraba aquella anciana, se puede decir que es amiga mía después de todo.
-¿De cuántos humanos te has alimentado hoy Virgilio?
-Una joven, ya sabes la respuesta anciana y eso me basta para satisfacer mi sed.
-Oh no, para satisfacerla no, solo para aumentarla. Es cierto puedes durar un poco con una víctima pero una vez que ya has probado la sangre quieres cada vez más.
-No quiero satisfacer mi sed por mucho que lo desee, solo mataré lo necesario anciana, nada más.
-Y también quieres a alguien con quien compartir tu soledad pero no consigues convertir a ninguna des tus víctimas. Eres demasiado joven Virgilio.- Esa frase dejó escapar una gran carcajada.
A veces tenía razón y me lo restregaba por la cara, pero me daba igual, ella era una de los pocos que eran amigos míos. Me fui despidiéndome alzando la mano. Tal vez era demasiado joven pero había oído de vampiros jóvenes y viejos que habían convertido a muchos humanos de los nuestros.
<>
Entonces pensé algo que nunca se me ocurrió, si un mortal bebía mi sangre se llevaría a cabo la transformación. Nos atrae toda la sangre, hasta la nuestra, pero no tanto como la sangre humana. Podría probarlo pero era muy arriesgado porque la persona podría morir. Y ya ha habido demasiadas muertes a lo largo de estos 50 años. Y aunque no dormíamos si llegara a hacerlo no encontraría reposo, la soledad se me hace muy pesada.
Me encontraba delante de mi portal, abrí la puerta, subí las escaleras de caracol hasta encontrarme delante de la puerta de mi casa y volví a abrir la puerta. Y me quedé allí de pie, recordando el pasado.
A mí me convirtió una anciana y digo anciana refiriéndome una vampira con mucha edad, se llamaba Jilian y era una de las vampiresas más importantes de mí comunidad siempre sedienta de tener más poder. Empecé a servirla durante la mayor parte de mi vida vampírica, durante 45 años, es poca vida para un vampiro pero a mí me convirtió a los 18 años y era demasiado joven para eso. Siempre me mandaba a asesinar a otros de nuestra raza que le estorbaban o que le disputaban el poder o el simple hecho de divertirla yendo de caza con ella o ir a la lucha contra los licántropos. Alguna vez hubiera querido que me mataran pero siempre salía de una pieza. No sé si por talento o por suerte, pero eso no importa. Es el pasado y ahora lo que cuenta es que voy de por libre y quiero tener a alguien al lado desde que empecé esta vida. Alguien que comparta mis ideas o creencias.
Puedo ser un vampiro extraño pero me da igual, yo no pedí esta vida. Fui al dormitorio y me tumbé en la cama, no dormiría pero si dejaría pasar las horas. Pero al poco rato ya volví a sentir la sed.
Picaron a la puerta, me levanté para abrir, me acerque a la puerta y abrí. Era la cartera vestida de amarillo, era joven. Llegó en el mejor momento, la cogí del brazo y tiré de ella hacia dentro de la casa. Gritó pero le tapé la boca, la tenía bien sujeta y le mordí el brazo. Al probar su sangre me volvió el frenesí de la locura, la maté al poco rato. Otra cara que recordar en mí memoria..
Abrí la puerta y tiré el cadáver al pasillo, nadie se daría cuenta de que había sido yo. Cuando estaba horas sin beber la sed era insoportable ya lo he dicho pero también se siente un gran dolor en la mandíbula y la garganta.
Muchas veces busqué la muerte pero salía airoso, indemne y libre para seguir con el reinado de caos que sembrábamos. Seguiré con mi historia. Luego de la muerte de Jilian vagué de cuidad a cuidad como un nómada hasta que encontré a un grupo de vampiresas fuera de lo habitual, se llamaban: Katherine, Victoria y la última Sophie pero también estaba Alazar la pareja de Sophie. Las tres tenían el pelo negro y vestían de este mismo color y al igual que Alazar salvo que él era rubio y alto.
Formábamos un buen grupo aunque la que me cayó realmente bien fue Victoria, creo que fue la primera que me importo de verdad. Cada día recuerdo su sonrisa, sus gestos y las cosas que me decía. La mayoría indecentes, sonreí ante aquel recuerdo.
Siempre nos veíamos las caras con alguna otra banda de vampiros o incluso de humanos.
Yo solía perseguir las presas para que fueran hasta ellos tres. Los humanos son demasiado lentos pero yo y Alazar los acechábamos sin parar. La caza más excitante fue en Inglaterra en un pequeño pueblo llamado Carlisle al lado de York.
Era una noche sin Luna, llovía, los humanos eran siete, todos jóvenes. Cuatro chicos y tres chicas. Las calles eran estrechas, todas vacías de alma alguna. Iban corriendo y yo y Alazar detrás de ellos, Alazar alcanzó al primero de ellos y ya se estaba alimentando de él. Yo seguí persiguiéndolos todo recto hasta que giraron por una calle hacia la derecha, hasta meterse en un callejón sin salida.
Ellas estaba de pie en cima de unas escaleras de emergencia de un edificio del callejón, saltaron por encima de los humanos dejándolos sin salida y yo llegué hasta ellas. Había un olor raro, olor de acero. Tres de los humanos sacaron tres espadas.
-Cazadores- dijo Victoria.
- Esto será interesante, pero no dejan de ser simples humanos-dije.
Los humanos se abalanzaron sobre nosotros, pero en vano porque el primero cayó con el cuello roto en las manos de Victoria. Solo quedaban 2 armados 3 sin protección. El segundo cazador se puso frente a mí me intentó golpear con la empuñadura de la espada pero fui mucho más rápido que él y me coloqué detrás suyo cogiéndole por la nuca y dándole un zarpazo por toda la espalda. De mientras Sophie se lanzó sobre uno de los desprotegidos, todos gritaron pero nadie podría ayudarles. Yo seguía divirtiéndome con aquel cazador, desgarrándolo con mis zarpas, no paraba de gritar era demasiado lento. Ahora llegó Alazar y se llevó por delante al último cazador. Él cazador que quedaba fue mi víctima, los otros fueron víctimas de Khaterine que no había intervenido en la lucha y de Victoria.
-¿Por qué no has hecho nada?- le pregunté a Katherine
-Recuerda que yo soy la líder de este aquelarre.
-Los líderes deben participar también ¿o si no que harás cuándo luchemos contra los licántropos?-dijo Victoria
-Pero no eran licántropos.
-Cobarde.- la insulté.
Se acercó a mí y me abofeteó, gruñí. Y se alejó de nosotros internándose en la calle principal.
-¿Estás bien?-me preguntó Victoria.
-Sí, pero no creo que me pueda quedar mucho en este aquelarre.
Sophie y Alazar fueron con Katherine. No es que estuvieran de acuerdo con ella pero era su líder al fin y al cabo. Al parecer no le gustó nada esa respuesta a Victoria, creo que se enfadó conmigo. Pero se acercó a mí y me besó y se alejó.
Nunca había hecho eso y me sorprendió, pero fue una de las mejores cosas que me pasó en mi vida. Creo que ella me entendía perfectamente pero para ella no tenía ese problema porque muchas veces mataba más de lo necesario pero no delante de mí.
Pero un año después yo abandoné el grupo, no aguantaba a Katherine ni su liderazgo pero fue doloroso abandonar a Victoria. Podría a ver venido conmigo pero no se lo pedí.
Yo vivía en un pequeño apartamento pero tenía suficiente dinero como para comprarme un castillo si me apetecía.
Cogí mis llaves, mi cartera y me dirigí hacia el norte, hacía la población de Carlisle, dónde tengo aquel recuerdo de Victoria.
Iba recorriendo los pequeños pueblos y alimentándome solo lo necesario, llegué pasados tres días, al norte del pueblo había una casa Victoriana de color blanco que se alquilaba, la compré y me quedé allí. Me alimentaban en pueblos más alejados porque pasaba de llamar la atención.Me encontraba en un bar, sentado en una mesa y noté una olor familiar, me recordaba a Victoria…

No quiero más estrellas

No quiero más estrellas. Ya te tengo a ti en la distancia y no quiero más. No es que me muera por verte -porque no estoy tan desesperado- pero quiero verte igualmente...
¿Eso me hace débil? Yo creo que el amor me hace débil porque no quiero ni una relación de ese tipo y sin embargo quiero a una estrella...

No es que sea famosa, solamante para mí ella es la estrella que no tiene nombre aunque lo tenga.
Lo tiene pero no quiero mencionarlo, me trae malos y buenos recuerdos... Más malos que buenos en su caso... Porque apenas hablamos y.... no lo aguanto. Hago de todo por ella...
Hasta sangrar... y eso que ella no me pide nada..

Descucbrirás que todos, incluso un rey que se cree un dios puede sangrar...

Sangrar... siempre me pasa últimamente. No solo por las peleas con los demás como yo, sino cuando me transformo necesito sacar un poco de sangre de mi cuerpo... Por la nariz y por la boca.. Solo pasa porque soy "joven" por así decirlo. Tengo 100 años pero no soy un vampiro...
¿Que qué soy?
Descubrirlo vosotros...


Soy uno de los demonios sangrantes que atormentan a la humanidad bajo una forma u otra...

martes, 2 de junio de 2009

Somos animales

Voy caminando por la ciudad, veo como los humanos -mi alimento- maltratan a otros de su especie... Parecen animales, pero, no se dan cuenta que los animales son los seres como yo. Porque no somos humanos y sin embargo tenemos forma humana para pasar desapercibidos...
No saben que seres como ellos son seres inferiores a nosotros... No, no lo saben... ¿O somos nosotros los inferiores y no nos damos cuenta?
Muchas veces me he preguntado el por qué de nuestra existencia.. Pero existimos y esos es todo...
Somos animales..

¿Por qué pararme a pensar en las consecuencias? Quiero venganza. Me lo arrebataste todo maldito chupasangres...

Si he de morir en tus manos será luchando como el guerrero que soy, como el animal que soy...

Me la arrebataste...

Prefiero ser una amenaza que un esclavo vuestro, prefiero morir libre que morir como un animal amaestrado. Eso está claro, al menos para mí. Esto es la rebelión.

-¡Ha llegado la hora!

Gritos de aceptación se oyen en las celdas... Pero estamos aquí encerrados. Nada podrá pararme. Sé que ellos vendrán y si no nos abriremos nuestro propio camino como animales que somos. La pregunta es: ¿Podremos contra ellos? Ellos presumen de ser más listos, pero tienen muchas debilidades. Serán inmortales pero solo pueden salir de noche de sus guaridas mientras que nosotros somos más fuertes....

Además nosotros también somos inmortales..

Esto es la rebelión...

lunes, 1 de junio de 2009

Serpiente seguidora


La serpiente repta por el bosque sin inmutarse de que aún no es de día. Tiene el cuerpo frío igualmente. Nota un rastro cálido de un mamífero más grande de lo normal, sus pisadas demasiado grandes para ser de un animal del bosque pero más pequeñas que las huellas de un oso. Alza el cuerpo para observar desde lo alto y ve a una criatura de lo más rara. Una criatura con una mata de cabello en la cabeza pero sin bello en el cuerpo y parece ser que llora...
¿Qué le pasará? La lengua bífida sale de su boca para captar su olor, para seguir el rastro.

Ya que ése ser continuaba caminando. La serpiente sigue al ser curiosa, nota que es una hembra de una raza desconocida.


¡Oh! ¿Por qué llorará éste bello ser?

Atravesado


Y sentir como una espada te atraviesa el corazón... como atraviesa la carne. Gotas de sangre caen por la hoja de la espada.. Mi hermano... Mi propio hermano me ha atravesado.. Morir en combate es glorioso, pero que te mate un familiar es vergonzoso, no hay honor...


No habrá venganza porque por aquel entonces yo.. ya estaré muerto. Estaré en paz conmigo mismo y esperaré en el infierno al Traidor...

Pasan los años y crezco, maduro, lloro y me entristezco.. ¿Por qué he de sentir? ¿Por qué he de amar y no odiar? ¿Quién dicta las normas? ¿Dios o algún otro?


Pasan los años y aprendo, observo y me alejo. ¿Por qué no he de intervenir? ¿Por qué no puedo dar una opinión? ¿A caso, soy aún un crío y no me he dado cuenta?


Pasan los años y crezco más, maduro más, lloro y me entristezco más. ¿Por qué no puedo dejar de sentir? ¿Por qué no puedo simplemente dormir?


"No es Dios quien dicta las normas, es el corazón. Has de amar porque es lo mas bello, has de odiar para no bajar la guardia, has de encontrar un equilibrio. Puedes intervenir, sino lo haces es decisión tuya, a nosotros no nos metas en tus problemas. No eres un crio pero tampoco eres un hombre aún.



Has de vivir.



¡HAS DE APRENDER A VIVIR!

Let me

-Déjame, no te lo volveré a repetir de nuevo.
-¿Por qué quieres que te deje? Yo quiero estar contigo..
-Y yo no quiero estar con nadie.
Y dicho esto interpongo mi espada entre ella y yo. No quiero estar con nadie. Estando solo encuentro paz, encuentro tranquilidad pero sobre todo soledad...
Necesito más poder y a vuestro lado no conseguiré nada de eso.
Ella asustada intenta acercarse a mí para calmarme o abrazarme, no lo sé. Vuelvo a interponer mi espada, mi fiel compañera que algún día será empuñada por otro y acabará por matarme.
-Necesito más poder y he de marcharme. Así que alejate...
Me dí la vuelta y me puse a caminar dándole la espalda. No me detuvo. Sé que la hice llorar y por eso no debe estar conmigo. Encontrará a alguien mejor en éste mundo que no sea yo...

Así ha de ser.

domingo, 31 de mayo de 2009

Hey, hey

Hey, hey ¿qué es lo que ves? ¿No me lo quieres decir? Bueno, tampoco me hace falta. Estoy aquí en mí cuarto lamentándome, riendo como un loco, gritando como un poseso.

¿Que por qué? Pues por tí... Sigo aquí esperando y sigo aquí sin verte. Perdido en mis pensamientos, perdido en mis ideas, perdido en mi vida...
Hey, hey ¿qué es lo que sientes? ¿No me lo quieres decir? ¡No me hace falta!

Sigo aquí esperándote como un idiota, quieto como una estatua, esperando como un soldado espera órdenes...


No, no me haces falta para nada..
Éste es mi día, mi hora, mi segundo. Es hora de descansar. Un día que vuelvo solo, otro día dia que vuelvo.
Perdí lo más preciado de mi corazón y el peor castigo del hombre es que el hombre muera y el corazón siga latiendo... Un día que es mí día, un día para descansar de esta mala vida.
Soy un muerto en vida que no tiene razón de vivir. Piensa pero ya no siente...
Tiene conciencia pero ya le da igual, tiene un alma muerta....

¿A caso queda algo que salvar?

Jeremiah

9:00 de la noche... Noche despejada y sin estrellas, pero sí con una hermosa luna llena. Paula y yo nos preparábamos para salir. No asistiría más a su trabajo. Tenía una nueva vida conmigo. Mi pareja, mi vida y compañera. El salón era pequeño pero suficiente para dos personas. Una mesilla estaba frente a nosotros, un sofá y un televisor sobre otra gran mesa y más allá había un gran ventanal, pero con la cortina echada. Llegó la hora, estábamos listos, los dos.

Cruzamos el umbra del pasillo y por la puerta principal salimos como es lo habitual, caminabamos, pero con prisa. Una gran prisa. Porque estábamos sedientos de sed. Sobre todo ella que ya me costaba controlarla. Bajamos las ecaleras de caracol y nos dirijomos hacia las afueras corriendo. No pasaba nadie por allí a esas horas. Mi barrio, bueno, nuestro barrio era uno de los más peligrosos de la ciudad de Silence Cry. Dónde asesinos, violadores y carteristas acechaban en cada esquina. Y precisamente un par de esos individuos armados con unas navajas de gran tamaño aparecieron en en una de aquellas peligrosas calles. Pero solo eran peligrosos para los humanos. Que pudieran hacernos algún corte no sifnificaba nada, o, que nos clavaran un puñal por ejemplo en las costillas tampoco pasaba nada, porque sanaba rápidamente. Nosotros sin inmutarnos de su presencia caminabamos como si nada. Seguíamos nuestro camino simplemente. Pasamos por su lado y nada más pasarlos un poco, uno de ellos cogió a paula por las muñeca. Ella se dejó hacer, hacia ver que estaba asustada mientras el individuo le quitaba la ropa, pero ella no esperó más. Se giró y de un zarpazo se lo quitó de encima. Luego saltó sobre el pobre humano que herido en el pecho aun no se había recobrado y se avalanzó sobre la desprotegida yugular. Yo de mientras sonreía y me acercaba por detrás del otro individuo. El cual se giró y me miro así con una cara de entre perplejo y asustado. Le cojí del cuello y lo alcé con una mano, y lo tiré contra un muro de un edificio dejando una marca casi en forma de circulo. Una pequeña deformación en la propia piedra. Estaba muerto. Así que simplemente me acerqué al caído y le mordí en el brazo... Mientras miraba como Paula acababa con su presa..

sábado, 30 de mayo de 2009

Ningún día es mi día


Un día transcurre con sus segundos, minutos y horas. Este día no es nuevo, ninguno lo es...
Ningún día es mí día. ¿Sabeis ese día que estáis con vuestro/a chico/a o con los amigos y os decís a vosotros mismos que es el mejor día de vuestras vidas? Pues yo nunca he tenido uno de esos días.
Rehuyo a la gente simplemente porque soy diferente, tengo miedo, verguenza y nada de confianza...
Ningún día es mi día. A veces me dan ganas de llorar pero no puedo, a veces me dan ganas de matarme pero no me atrevo, a veces me dan ganas de gritar como un/a loco/a para desahogarme...

Si no fuera por él no seguría aquí, si no fuera por él no estaría viva... Le debo muchas cosas y sin embargo no hablamos.. Soy así. Él me cuida siempre y yo hago locuras..

Ningún día es mí día...

¡Oh! ¿Por qué haces esto por mí?

-Lo hago porque quiero hacerlo. Lo hago porque tengo la necesidad de protegerte, lo hago porque aunque me digo que no debo me gusta ayudarte. Te ayudo porque me aburro...

¿Cuántas razones quieres? ¿A caso he de tener una razón en particular?



Pues aquí la tienes. Me gustas pedazo de tonta...

Y este es nuestro día..