sábado, 28 de noviembre de 2009

Nada que salvar...

No hay nada que salvar.
No queda nada... Todos muertos...
Todos están muertos para mí.

No encuentro a nadie que sea exactamente como yo.
No encuentro a nadie que sea mi segunda gota de agua.
Quisiera ser como la lluvia...
Donde cada gota son de diferentes tamaños, pero iguales, en todos los sentidos.

No hay nada que salvar.
Tú... moriste hace tiempo.
Cambiaste y te fuiste.
Me dejaste solo en este mundo de hielo y escarcha.
Donde ahora soy un Rey, pero donde no tengo a ningún consejero, ni un amigo, ni un súbdito...

Grito al cielo: ¡Todos estais muertos!
Y ahora... ¿qué me queda?
¿Seguir viviendo en este mundo de frío? Donde la hierba que crecía ya no crece...
Desde.. que os fuisteis, me dejasteis aquí.

No hay nada que salvar.
Lo único cálido que hay en mí, es mi corazón.
Lleno de odio y rabia por vosotros.
¿Cómo pude sentir amor por aquéllos que me dejaron?



Si solamente pudiera... volver atrás...

No hay comentarios:

Publicar un comentario