miércoles, 4 de noviembre de 2009

Melancholy requiem

Frío, eso noto dentro de mí, en mi corazón. Y aunque el frío me gusta, no me gusta sentir ese sentimiento. Sentirte mal cuando estás con buena gente... es espantoso, horroroso. Noto que el pecho y el corazón quieren explotar de tanto frío que también recorre toda mi espina dorsal, sin descanso. Eso me pone aún más furioso, más nervioso, más asustadizo, más en guardia.
Quiero llegar al final de todo.
Estar en un mundo donde solamente esté yo, con ciudades desiertas y yo como único habitante. Un alma en pena sabiendo tocar y cantar como una sirena que atrae a esos barcos para que se estrellen contra las rocas...
Y con esas estatuas de piedra que yo sé que son como yo. Que sólo son frío, aunque pueden expresar calor, un sentimiento cálido..
Puedo expresarlo, e incluso a veces sentirlo pero..¿cómo lo hacen los demás para sentir siempre esa cálidez?

Yo.. no... puedo... soportarlo.
Tú tampoco puedes, te sientes igual que yo, salvo por cuando estás con tus seres queridos, no solo familiares, si no gente que también es cercana a ti, como tus mejores amigos... Tú eres diferente a mí en muchos aspectos.
Como un reloj que va por otro lado, como una cruz cristiana a una cruz satánica. Iguales con diferencias...
Sentimientos oscuros en dos cuerpos, uno más oscuro que el otro. El otro tiene la luz de sus ojos.
Como dos platos limpiamente blancos, como dos lunas llenas...

Yo... no... puedo... soportarlo. ¿Cómo puedes soportarlo tú? ¿Cómo soportar tanta oscuridad sin nada de luz?
Tan oscuro que mi piel se está volviendo negra, tan oscuro que mis ojos están perdiendo el color, tan oscuro...

No hay comentarios:

Publicar un comentario