domingo, 29 de noviembre de 2009

El frasco que contenía la Luna

Si pudiera entregarte la luna, subiría al cielo y entregartela.
¿Pero cómo entregarte algo tan grande? Hubo épocas en las que el hombre pensó que la luna era la hermana pequeña del sol. Que era tan diminuta como una simple estrella. Aunque una estrella puede ser igualmente enorme o incluso más grande que un planeta..
Por eso, se me ocurrió ir al lago más próximo, esperar a que llegase el plenilunio y coger un frasco, llenarlo de agua.

Llamé a la puerta de tu casa y tus padres me mandaron a la calle a patadas. Tiré piedras a tu ventana, e incluso estuve a punto de darte con uno de esos pequeños proyectiles. Tan sorprendida estabas que estuviste cerca de tirar el frasco que contenía el agua del lago.
-Oh, amada mía, aquí tienes este frasco. Donde yo juré entregarte la luna y justamente se encuentra en ese frasco.
Me fuí sin esperar respuesta. Ella debía saber que quería decir yo por ella misma.

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