miércoles, 30 de diciembre de 2009

Príncipe de nada

Nada.
Eso me queda.

Lágrimas caen por mi rostro,
y lamentos con maldiciones por mi boca.
Golpeo al aire,
sin dar a ningún objetivo claro.
Grito en este oscuro vacío.
En el vacío que es la nada.

Molestar,
eso he hecho siempre.
Nada.
Eso me queda.

Solamente tengo un pasado,
o varios con un diferente destino.
No hay presente, porque no lo vivo.
No hay futuro, porque vivo en el pasado.

En otros tiempos fui algo,
ahora nada.
Una mera sombra.

Sólo soy una mera sombra,
en otros tiempos fui príncipe de mis sueños.
Ahora, soy el monstruo de mis pesadillas.

Un profeta de una religión perdida.
Un príncipe de una civilización muerta.
Un rey sin reino.



Príncipe de nada.

martes, 29 de diciembre de 2009


Un tajo en forma de "X" había en su pecho y gran parte del torso. Él, estaba malherido. Yo solamente podía mirarlo impotente, con lágrimas en los ojos. Se estaba muriendo... me acerqué a él, arrastrándome por el suelo, yo también estaba herida pero podía moverme. Él miraba al cielo inclemente, también había lágrimas en sus ojos. Luego dirigió su mirada hacia mí. No sabía que decirle. Pegué mi cuerpo al suyo, tumbándome a su lado. Con un esfuerzo, me acarició el rostro con una de sus manos de largos y finos dedos. -Tengo... que... decirte... algo... -dijo con esfuerzo. Yo estallé otra vez en un llanto silencioso. -No llores... Solamente quiero decirte, que te quiero y espero verte ahí arriba. Vive tu vida, sin mí. Conoce a alguien que te haga feliz y... No acabó la frase, su cara se ladeó, su mano cayó y sus ojos se cerraron. Pero murió con una sonrisa, y yo no sabía cómo me podía pedirme algo así...

Jamás..

Oscuridad y luz,
dos cosas opuestas.
Tú y yo,
demonio y ángel.
Infierno y cielo,
fuego y hielo.

Cosas opuestas,
que se atraen irremediablemente.
Cazador y presa,
un círculo que nunca se romperá.

Sobran las palabras,
están nuestras mentes,
están nuestros corazones.

Voces que no se oyen,
pero que tú y yo oímos.
Nuestras voces;
voz ronca y voz clara.

Alas blancas y alas negras,
en un eterno abrazo.

Jamás se romperá el círculo.

lunes, 28 de diciembre de 2009

En sueños, maldad e inocencia

En sueños te veo. En otro tiempo, otra época.
Donde tú y yo eramos felices. Y ahora me pregunto cómo he llegado a este extremo de mi vida.
En el extremo de desear que todo acabase.
Ha aparecido una nueva persona en mi vida, ya no eres tú...

En sueños te veo. En otro tiempo, otra época.
Donde yo era feliz. Ahora no tengo nada, nada excepto distancia, entre los seres que quiero.
Ha aparecido una persona nueva en mi vida. No sé si es más especial que tú, no sé si me abrirá su corazón, o si yo abriré el mío.

Escribo estas letras para dejar salir a una pequeña e insignificante parte de mí. Según esa persona: esa parte de mí, es bella y no debería avergonzarme.


No me averguenzo. Es simplemente, que prefiero no mostrarla.


En sueños te veo. A ti, al lado de esa nueva persona...
Maldad e inocencia... Eso representais para mí, aunque no sean las palabras exactas o adecuadas.
Sigo aquí, soñando en el pasado.

¡Deja de vivir en el pasado!, me dice la inocencia.

El pasado, la maldita vida que llevé como un pusilánime.
Algún momento feliz he tenido, pero me sabían a un sabor agri-dulce en la boca.
Oscuros sentimientos albergo, venganza...

¡Te quiero!, me dice la maldad.

No sé si créermelo, pero me lo creí como un estúpido. Y ahora estoy así...
Cada día tus recuerdos vienen a mi cabeza, automáticamente...
Nuestras conversaciones, nuestros sentimientos...


Quiero ponerle fin a esto...

Inocencia...


Kyle.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Canto del demonio y el ángel

Tus ojos azules son estrellados,
y el reflejo de tu cabellera plateada me dislumbra.
Tus facciones son las de un arcángel,
con esas alas de plumas blancas que le caracterizan.
Te quiero,
y jamás sabrás cuánto.
Mis alas de plumas negras intentan abrazarte,
y tus alas blancas intentan arroparme contigo.
Dos cuerpos, dos almas,
y dos corazones.
Dos mundos que se unen.

Vamos al cielo,
volemos hacia él.
Miramos el atardecer y el anochecer.
Tus ojos son como dos estrellas,
que me guían en la oscuridad.
Te quiero,
y jamás sabrás cuánto.
Estamos arropados por nuestras alas,
de plumas negras y blancas.
Un eterno abrazo,
y luego un beso.

Te cojo de las manos,
y me separo de ti.
No estoy lejos,
jamás estaré lejos de ti.

Viejo odio

-¿Tienes miedo? Ya veo que sí. No digas que no existe, no lo reprimas. Estas asustado...
-Déjame...- sollozé.
-¿Dejarte? Estoy contigo y no en tu contra. Noto el miedo en tu mirada y también el odio. Ah, el odio ¿bonito sentimiento verdad? Recuerda que eso te lleva a la ira.
¿De qué iba esto? Me tapé la cara, no quería verlo ni oírlo. Así que cerre los ojos.
-¿Por qué me rechazas pequeño? Usa tu odio, tu ira y el miedo a tu favor. Deja que el odio te domine. Descontrolate, pegame. Desahogate conmigo.
-Déjame... no quiero saber nada de nadie...
-Pero yo quiero saber cosas de ti muchacho. Tienes un gran odio y jamás había visto tanto odio en alguien tan pequeño como tú.
Me levanté y le miré a los ojos. Era un pequeño anciano...
-Eso, acercate y... golpéame.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOO!
-sí, venga muchacho, intentalo a ver si puedes contra este viejo.-sonrió.- También hay sufrimiento y dolor en tu corazón ¿no es así?
Bajé la mirada. ¿Trataba de enfurecerme más, de despreciarme a mi mismo o a que le mate?
Corrí hacia él para empujarlo pero él se apartó agilmente y caí de bruces.Una risa desagradable produjo se oía.
-Así es. ¿Deseas matarme ,eh? Crees que te estoy humillando pero no es así. Te estudio. Pero recuerda que cuando te descontroles mantén una parte de tu cuerpo racional. Si no... harán contigo lo quieran.
Volví a levantarme y volví a correr hacia él pero se volvió a apartarse y ésta vez recibí un golpe en toda la boca.
-¡Recuerda lo que te digo muchacho! Piensa que con tanto odio en ti sufrirás más. No confiarás en nadie y por ese camino no tendrás amigos... acabarás como este viejo. No reprimas tus sentimientos. No reprimas la ira, el odio, los celos, la malicia, la ambición y si llegas a sentir amor tampoco ¿de acuerdo?
Me llevé la mano a la boca y se llenó de sangre. Me enfurecí más y de repente todo se volvió negro... Todo daba vueltas y el viejo desapareció.
Desperté, todo había sido un sueño.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Sangre con lágrimas

El corazón perece de una muerte lenta, y dolorosa. Sangra.
Mis puños se estrellan contra su cara. No dejo de golpearle hasta que cae inconsciente ante mí.
Pronto alguien me agarra del pelo y recibo patadas por todos lados. Una patada en la cara. Sangro por la nariz y la boca.
-¡Hijos de puta! -exclamo.
-Vaya vaya, ¿aún tiene fuerzas para insultar?
Estaba inmovilizado y no paraba de recibir golpes. Seguí un rato así, y se me ocurrió darle una patada en las partes bajas a un tío que estaba delante mío. La recibió y sacó un grito de dolor, llevando una de sus manos como para protegerse del dolor. Sonreí y escupí sangre y saliva al más próximo. Luego, dí un cabezazo al que me agarraba por detrás, otro y otro. Hasta que me soltó. Se oían sirenas, parecía que alguien había visto el espectáculo y había llamado a la policía.
Todos huyeron. Me quedaban pocas fuerzas...
Algo me golpeó por detrás. Algo muy duro. Caí al suelo gritando y casi llorando, bueno no. La verdad es, que ya estaba llorando y no sólo por el dolor... Giré la cabeza hacia mi atacante, que agarraba un bate y echó a correr en la misma dirección que sus compañeros.
No podía levantarme, el tío que había abatido seguía en el suelo y yo estaba a cinco metros de él. No sé si estaba muerto pero, si fuera así, me daba igual. Habían recibido parte de mi ira, furia, cólera, rabia y frustación. Las lágrimas y sangre caían al suelo.
Pensé en toda mi vida, en todo el sufrimiento que pasé y no pensé en las alegrías, que habían sido pocas o ninguna...
Cerré los ojos, pero las lágrimas salían solas. Grité otra vez por el dolor, pero ésta vez por mí y no por ellos.
Mi vida había sido una mierda. De paliza en paliza, de putada en putada y de problema en problema. ¡Si esto es vivir.. que mi vida acabe ya!
Tenía que irme de allí, pero no podía moverme... Tenía los músculos entumcedidos, agarrotados por el cansancio y me costaba respirar... Hasta que definitivamente cerré los ojos...

La policía y la ambulancia llegaron demasiado tarde.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Mi puta y desesperada vida

En realidad, finjo estar bien y no lo estoy, y no creo que lo esté en un futuro. Aunque viendo el presente, ya veo el futuro. Solo y encerrado en un recinto, en una habitacíon que se ha convertido en mi refugio y a la vez en una jaula...
Mi vida no vale la pena, en mí alma no hay luz, solamente oscuridad. La poca pureza e inocencia que tenía... me la arrebataron. Ya no tengo verguenza de ser lo que soy.Alguien con un gran odio hacia el mundo y lo reprimo como si no existiera. Así sé que empeoro las cosas... ¡¿Pero cómo decirles a la gente que quiero que tambíen les odio por las vidas que llevan?!
Esas vidas que tanto envidio... Que tanto deseo me dan...
Aunque me alegre por ellos, yo cada vez me consumo. Como la madera que se quema, que al final solamente solo quedan cenizas... Me afecta demasiado.

Y mi actitud no ayuda, no he encontrado mi lugar; porque mi lugar no está en este mundo. Si existiera alguien que me dijera cuál es mi lugar, le estaría agradecido toda la vida.

Pero sé en el fondo de mi corazón que nadie me lo dirá. Nadie me dirá esto que tanto deseo. Porque debo encontrar mi lugar yo solo, hacer mi lugar en el mundo pero sin cambiar el mundo.
Entonces si yo no puedo cambiar el mundo... ¿Por qué el mundo tiene que cambiarme a mí?

No tengo título para esta obra

Nada podrá salvarnos,
ni la más brillante estrategia,
ni el gran valor que pueda albergar un corazón.

Nada podrá salvarnos.
¿Por qué prolongar nuestro dolor, cuando nuestros lugares sagrados han sido destruidos?

¿Cómo volver a confiar en ti?
Que nos traicionaste,
y ahora dices que todo ha cambiado.
Que sigues siendo uno de los nuestros.

Nada podrá salvarnos.
Los árboles son talados de sus raíces,
y las plantas aplastadas por la máquinaria

¿Cómo volver a confiar en ti cuando nos traicionaste?
¿Por qué prolongar nuestro dolor?
Aléjate de mí,
de nosotros.

Déjanos para combatir al mal que has traído sobre nuestras cabezas.
El fuego y la ceniza arrasan.

Un momento glorioso,
el momento en que todo se desmorona.
Es el fin.
Un último combate y dejaremos de sufrir.

Nada podrá salvarnos.
Nos traicionaste,
y sin embargo,
dices ser de los nuestros.

¿Por qué haces lo que haces?

Te veo, Neytiri

Caminando a traves de un sueño, te veo
Mi luz y mi oscuridad respiran la esperanza de una nueva vida
Ahora vivo a traves de ti, y tu a traves de mi, encantados
Y ruego en mi corazon que este sueño nunca termine
Me veo a traves de tus ojos
Respirando una nueva vida, volando alto
Tu amor brilla el camino hacia el paraiso
Entonces, ofrezco mi vida como un sacrificio
Ofrezco mi amor para ti
Me enseñaste como ver que todo es hermoso
Mis sentidos tocan tu mundo que no imaginé
Ahora te doy mi esperanza,me rindo
Este mundo nunca termina
Me veo a traves de tus ojos
Respirando una nueva vida, volando alto
Tu amor brilla el camino hacia el paraiso
Entonces, ofrezco mi vida como un sacrificio
Ofrezco mi amor para ti
Y mi corazon nunca fue abierto
Y mi espritu nunca liberado
Al mundo que me has mostrado
Pero mis ojos no podian imaginar
Todos los colores del amor y la vida cada vez mas
Me veo a traves de tus ojos
Respirando una nueva vida, volando alto
Tu amor brilla el camino hacia el paraiso
Entonces, ofrezco mi vida como un sacrificio
Vivo a traves de tu amor
Vivo a traves de tu amor
Te veo
Te veo


Ésta letra es de leona lewis. Y es una una banda sonora de la película Avatar, de James Cameron

lunes, 14 de diciembre de 2009

Esto no es una simple lamentación...

Esas conversaciones que tuve contigo..
Fueron las mejores de mi vida, y ahora, ya no estás.
Te fuiste y pasaste mí. Me usaste como un simple pañuelo, al modo de usar y tirar.
Como si fuese un simple desperdicio. No sé si tengo yo la culpa de cuando tú me preguntaste aquéllo que me llego al alma y te respondí con una negativa. No sé que hubiera pasado por mi mente, pero sí sé que no cambiaría mi respuesta al ver lo que ha pasado entre tú y yo.

Por mucho que te llegase a querer... no creo que pueda perdonarte esto.
Recordaré todo lo que hablamos, cada conversacíon que tuvimos, cada saludo y cada despedida que cada vez eran más cálidas de lo normal. Sí.
Tú, sinceramente me llegaste al alma, pero por mucho que llegases.... Has dado media vuelta y ya no estás en ella. Sigue el sentimiento, ése cálido sentimiento que sentía por ti, ése sentimiento que está aún en mi corazón hecho pedazos...

No sé si decirte esto ya que sé que no lo leeras, pues has desaparecido... Pero te sigo queriendo...

domingo, 13 de diciembre de 2009

Memorias de Araziel

No necesito alimento, solamente almas. Los seres como yo nos nutrimos de ellas, también podemos comer comida normal, pero no la necesitamos. Somos inmortales.
Los ángeles se nutren de almas de diferente manera de nosotros. Ellos absorven las auras puras, nosotros en cambio, matamos a la persona o animal, sea lo que sea y absorvemos su alma. Así nos hacemos más poderosos. Sobre todo cuando el alma es más oscura de lo normal.
No sé si es suerte o casualidad que los humanos sean tan oscuros, la mayoría. Muchos han desaparecido y otros muchos han ido a reemplazarlos. Son una plaga.
De momento, yo soy joven y he salvado la vida varias veces. A veces por poco y otrás por mi habilidad con la espada. Sí, mi espada Ringeril.
Aunque soy un demonio menor, un demonio de la escalas más bajas de la cúspide demoníaca.
Tengo decidido no dejarme matar, ni por un demonio, ni por un ángel y ni por un cazador de demonios; que suelen ser humanos muy poderosos. Y por suerte, no nací débil.

Araziel

Algunos humanos tienen el alma pura, otros la tienen contaminada de maldad.
¿Cómo lo sé? Pues porque soy un demonio, y al igual que los ángeles, podemos ver el alma de las personas e incluso su aura. Un humano nunca llegará a ser tan oscuro como un demonio, pero son más destructivos que nosotros y está claro que un humano puede ser más benigno que un ángel.
Pero las cosas están cambiando desde que los humanos aparecieron. El mundo se está llendo a pique. Muchas especies han desaparecido y ellos son como una plaga, pues se han extendido por todo el planeta. Seré un demonio, pero reconozco, que el mundo era más bello antes y aunque con los humanos me divierta, también veo que cada vez sangre demoníaca corre por sus venas. Haciéndolos más destructivos de lo que son normalmente. El mundo se muere...
Los demonios somos la muerte y los ángeles la vida. Y por eso muchos piensan que los humanos no pueden ser una creación de Dios. Y no lo son, al menos, no directamente o eso me contaron Azazel y los suyos. Me contaron que los humanos son un híbrido entre ángel y demonio. Al principio, me costó creerlo. Luego, lo pensé y medité. Podría ser que tuvieran razón después de todo.
¿Por qué sino cómo un humano puede mostrar sentimientos más benignos un ángel?
Yo soy jóven, y no nací en la época antes de los humanos. Solamente tengo cinco mil años.

Me llamo Araziel

sábado, 12 de diciembre de 2009

El vampiro, capitulo III, entrada en la oscuridad

Un rato más.
Estaba inconsciente, pero pronto despertó y se llevó una mano al cuello.
-¿No estoy muerta? -se preguntó en voz baja, pero lo suficientemente alto para que él la oyera.
-¿En serio quieres morir? -dijo el vampiro.- Porque si es así, te mandaré al infierno como a tu amiga.
-No... no quiero morir -dijo ella.- Pero pensé que seres como tú no existíais.
-Existen seres como yo, e incluso de otras especies -explicó él, que estaba de pie a un lado de la cama.- Vístete, hemos de ir a una reunión muy importante.
La chica no le hizo caso y él la miró con los ojos hechos ascuas.
-Vístete -ordenó.
-¿Qué me has hecho? -preguntó ella a su vez, mientras cogía del suelo el vestido negro.
El vampiro recuperó la compostura y habló con total tranquilidad.
-Te he transformado -dijo él, acercándose a ella.- Pero eso llevará su tiempo. Porque de momento sigues siendo humana. Ahora, el veneno del vampiro recorre tus venas.
La cogió de la mano y la llevó a toda prisa fuera de la taberna. No fueron hablando, sino casi corriendo, o mejor dicho, él iba corriendo y la chica medio arrastras; no podía seguir el ritmo de él.
Llegaron a la plaza del mercado de la ciudad, la plaza central y con ello, la más grande de todas. El mercado aún no estaba montado, pero faltaban unas cuatro horas para ello. Cuatro horas para que saliera el sol. Había una cuesta pavimentada todo recto, que llevaba a la parte alta de la urbe, donde estaban los templos. Allí estaba su destino.
Caminaron ésta vez más despacio entre el gentío. Lo que llenaría de aire los pulmones de la chica y podría recobrar el aliento o, al menos, un poco.
Los vampiros utilizaban magia, de vez en cuando, y por ello ya notaban el olor de los ingredientes de las pociones de las hechiceras. Estaban muy cerca. Subieron la cuesta. Él iba más avanzado y la chica por su parte nunca había estado en esa parte de la ciudad. Porque ella era una prostituta, una persona de poca categoría.
Ahora en la zona de los templos no había casi ni un alma. Solamente un puñado de monjes o sacerdotisas que vestían de blanco y negro o incluso alguna vez con togas grises. Había un templo de piedra oscura, más lejos de los otros.

Fin

Esto es el fin.
Me siento tan normal,
tan obviamente normal.

El final se acerca,
lo siento en mi interior.
Tan normal.

Aguardo a la muerte con total naturalidad.
Como si esperara a una gran amiga del pasado.
Tan normal.
Tan obviamente normal.

Es el fin.
¡Quiero que el fin sea ya!

viernes, 11 de diciembre de 2009

Serpiente, traición.

Precisamente tú sales en mis sueños.
Precisamente yo muero.
Y veo,
que eres tú quien me clava una daga en el costado.
Perezco de una muerte lenta.
Donde la sangre cae de la herida causada,
donde veo a los espectros de la muerte en mi busca.
Veo tu sinuosa sonrisa,
y tu maldita lengua bífida salir para notar el olor de mi sangre.

Precisamente eso sueño.
Precisamente así es mi sueño.
Un sueño no se parece a la realidad,
pero puede llegar a pasar en ella.

Yo y tú.

Eres una vívora,
tan bella y traicionera.
Yo soy un iluso por creer en que todo iba bien,
pero me equivoqué.


Si sólo me hubiera dado cuenta antes..

Transformación, el vampiro, parte del capitulo II

La chica seguía tumbada en la cama, pero asustada. La vela se había ido extinguiendo hasta quedar casi a oscuras. Eso no era un problema para el vampiro, pues veía en visión infraroja.
Veía y sentía el calor que desprendía el cuerpo de la prostituta, veía y oía los latidos de su corazón. Se moría por hincarle los dientes en alguna parte de su cuerpo, donde la sangre abundara. Se fue acercando lentamente, relamiéndose los labios.
-No tengas miedo -dijo él.- Esto te dolerá un poco, pero luego verás que resulta placentero.
La chica miraba por todos lados, apenas veía y solamente oía las pisadas de aquél que había absorvido la sangre de su amiga.
Notó como el vagabundo se acercaba a ella, tumbándose encima de ella, como le agarraba uno de sus pechos y notó algo afilado penetrar la carne, los colmillos del supuesto vagabundo.
El vampiro la tendría como esclava, ya que un vampiro que crea a otro, crea un gran vínculo entre la persona mordida y el vampiro. A veces incluso hacer lo que el vampiro original quiere que el otro haga.
La prostituta chilló pero, el vampiro le tapó la boca con la mano, luego sólo se oían gemidos sordos.
Esta vez sólo absorvia la poca sangre que necesitaba. Pues necesitaba que el veneno de sus colmillos se filtraran por la sangre. A los pocos segundos dejó de hacer presión en la mandíbula y dejó de morder el pecho. Su tarea ya estaba acabada. Estaba alimentado de nuevo, esta vez, podría controlarse. Pronto recordó, que llegaría tarde a la reunión con las hechiceras por un simple capricho...

Amores muertos, amores vivos

Decirte que me iré por un tiempo,
que necesito.
Estoy tan confuso.
Son estos sentimientos.
Entre vosotras dos estoy yo.
La cosa es que un amor está muerto y el otro está vivo.

¿Cuál elegir?
¿Cuál elegir?

¿Estaré jugando con las dos sin yo darme cuenta?
No puedo elegir,
no soy capaz.
Tengo que irme.
Escapar y huir.

Necesito un tiempo para mí.

Oh, Sophie, oh Constance..

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Beso de serpiente

Tan humana.
Tan obviamente humana.
Y yo, ¿qué soy?
No soy humano.
Pero puedo besarte como si lo fuera.

No estaré junto a ti.
Pues mi vida es una vida oscura y solitaria.
No te acerques a mí.
Cuando quiera estar contigo, lo estaré, creeme.

¿Cómo saben los besos de una serpiente?
Notar su mordedura, notar el veneno surcando los ríos de sangre.

Tan humana.
Tan obviamente humana.
¿Cómo soportas mi tan frío abrazo?
¿Cómo soportas que siempre te haga daño?
Estas enamorada de mí y te preguntas el por qué.

No somos tan diferentes.
Porque tu no te enamoraste de un humano y yo no me enamoré de una serpiente.

domingo, 6 de diciembre de 2009

La oscuridad y la Dama de la Luz

Vamos ha acabar con la distancia que nos separa.
Porque te necesito, mi dama.
Los ríos susurran tu nombre y el viento trae tu dulce olor.
Mi mundo es oscuridad, escarcha y veneno.
Hielo y cristal.
Eso somos.

Vamos ha acabar con la distancia que nos separa.
Te necesito, como si fueras una parte imprescindible de mí.
Tú eres esa luz que alumbra en mis oscuras noches.
No hay luz sin oscuridad.
Estamos destinados ha encontrarnos.

Vamos ha acabar con la distancia que nos separa.
Oh mi dama,
¿Por qué lloras?
Estoy lejos de ti, pero más cerca de tu corazón.
Más de lo que crees.

Piensa esto.
Ningún sentimiento calará en el fondo de mi oceáno como lo hace tu luz.
La rabia y el odio que tenía antes...
Puedo olvidar los sentimientos oscuros si estoy a tu lado.
Sólo a tu lado...

viernes, 4 de diciembre de 2009

Vampiro, capítulo 1

El vampiro se encontraba en las afueras de la ciudad amurallada. Ya se había alimentado, pero el olor de tanta sangre fresca le hacía volver ha tener sed.
Caminaba rápidamente, apartándose de la gente, tapándose la boca y la nariz con el brazo. La ciudad apestaba a estiércol, y era eso lo que le hacía preferir los pueblos. Donde había menos populacho y menos hedor. No tenía casa aparente, y a simple vista parecía un vagabundo cualquiera, pero demasiado bello para serlo. El pelo rubio le llegaba hasta los hombros, peinado hacia atrás, los ojos de un color azul, pero que daban un brillo rojizo casi enfermo. La ropa estaba llena de tierra, era ropa normal. Los carros de pasajeros iban y venían a su antojo por toda la ciudad. Toda. Excepto la parte alta de la ciudad, donde estaban los templos dedicados a deidades que no escuchaban a sus adoradores.
El camino se le hizo largo, el hedor aumentaba cada vez más, y el olor a sangre también aumentaba, cosa que le hacía mirar a las gargantas de cada prositituta que veía. Pero ya alimentaría su sed más tarde. Ahora debía encontrarse con las Shugenjas o hechiceras en lengua común, quienes eran las líderes de todas las criaturas de la oscuridad.
Cuando atravesó la barbacana de piedra de la parte interior de la ciudad, no pudo controlarse más. Estaba perdiendo el contro de sí mismo, no dejaba de mirar a cada mujer joven que pasaba, pero no era lujuria. Era la sed, su garganta estaba seca y no hacía tanto que se había alimentado. No tenía dinero, nada. excepto un anillo de oro en uno de sus bolsillos. Se acercó a una taberna y entró, no esperó demasiado. Era grande, mal cuidada, pero grande. Se encontró con dos muchachas jóvenes. Una era rubia y otra morena, de piel aceitunada.
-¿Quieres algo, encanto? -preguntó una de las chicas, la de piel aceituna.
El vampiro las miró a las dos lentamente, observando sus cuerpos y sobre todo sus gargantas. No eran más altas que él, si no todo lo contrario, eran bajas y con los pechos grandes, piernas torneadas y fuertes. Sentía la sangre dentro de ellas, la sangre que sería su "postre".
-Quiero una habitación y... a vosotras -dijo el vampiro tras una pausa, mirándolas a las dos, detenida y pausadamente.
-¿Y el pago? No creo que tú puedas pagarnos una noche entera a las dos -dijo la prosituta rubia.
Él sonrió y sacó de sus andrajosas ropas el anillo de oro que tan preciado le era.
Las dos chicas sonrieron, perplejas. Y se pusieron a caminar delante de él, guiándole a las habitaciones de arriba. Arriba se oían gritos y gemidos de todo tipo: placer, dolor y otras cosas desconocidas para él. Pero había cosas más desconocidas que él conocía.
Había puertas en todo el pasillo, a cada lado y al final de éste, otra puerta. Seguramente sería una de las habitaciones que podían pagarse los nobles.
Cuando entraron, él mando que cerraran la puerta con llave, dando esta explicación: "No quiero que interrumpan nuestra velada"
Lo decía con una gran sonrisa que dejaba ver sus dientes blancos.
La chica de piel aceituna empezó a quitarse el vestido y se tumbó en la cama.
Ella será el postre final, pensó él, excitado.
La chica rubia por su parte se acercó a él para besarlo y quitarle la ropa. Pero fue él quien le desgarró con sus largas uñas el vestido. Ella se asustó, y estaba sorprendida e iba ha gritar cuando él se interpuso rápidamente entre ella y la puerta de escape. Su única salida, y estaba obstruida.
La chica rubia se acercó medio desnuda a la otra, estaban asustadas.
-Avec nostrum al mort -dijo él, pronunciando un hechizo hacia la chica rubia.
La chica rubia sentía ahora unos deseos irrefrenables de acercarse al desconocido, aquél que le había desgarrado la parte de arriba del vestido, dejando ver sus pechos. En su interior estaba asustada, pero se acercó lentamente a él, intentó resistirse pero su cuerpo era el que mandaba.
El vampiro se acercó también, le hizo inclinar el cuello a un lado, dejando al descubierto la garganta y la mordió. Saboreó su sangre, la succionó y la absorvió. Su corazón y el de él latían ahora con fuerza, pero el de la prostituta se iba debilitando por segundos, hasta que el ritmo de su corazón paró. Estaba muerta.
La de piel aceituna gritó asustada al ver tan terrorífica escena. El vampiro dejó caer con brusquedad el cuerpo sin vida.
Ahora, debía alimentarse de la otra. Una pena, era demasiado bella y le habría servido para calmar a veces su rara lujuria. Y meditó: ¿Por qué no convertirla?