viernes, 11 de diciembre de 2009

Transformación, el vampiro, parte del capitulo II

La chica seguía tumbada en la cama, pero asustada. La vela se había ido extinguiendo hasta quedar casi a oscuras. Eso no era un problema para el vampiro, pues veía en visión infraroja.
Veía y sentía el calor que desprendía el cuerpo de la prostituta, veía y oía los latidos de su corazón. Se moría por hincarle los dientes en alguna parte de su cuerpo, donde la sangre abundara. Se fue acercando lentamente, relamiéndose los labios.
-No tengas miedo -dijo él.- Esto te dolerá un poco, pero luego verás que resulta placentero.
La chica miraba por todos lados, apenas veía y solamente oía las pisadas de aquél que había absorvido la sangre de su amiga.
Notó como el vagabundo se acercaba a ella, tumbándose encima de ella, como le agarraba uno de sus pechos y notó algo afilado penetrar la carne, los colmillos del supuesto vagabundo.
El vampiro la tendría como esclava, ya que un vampiro que crea a otro, crea un gran vínculo entre la persona mordida y el vampiro. A veces incluso hacer lo que el vampiro original quiere que el otro haga.
La prostituta chilló pero, el vampiro le tapó la boca con la mano, luego sólo se oían gemidos sordos.
Esta vez sólo absorvia la poca sangre que necesitaba. Pues necesitaba que el veneno de sus colmillos se filtraran por la sangre. A los pocos segundos dejó de hacer presión en la mandíbula y dejó de morder el pecho. Su tarea ya estaba acabada. Estaba alimentado de nuevo, esta vez, podría controlarse. Pronto recordó, que llegaría tarde a la reunión con las hechiceras por un simple capricho...

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