sábado, 31 de octubre de 2009

Sálvame

¿Dónde estás?
Llevo esperando mucho tiempo y ya he perdido la cuenta de los minutos y las horas que han pasado.
¡Sálvame de este dolor en mi pecho!
Es como si algo me atravesara, como si una lanza o una espada me atravesara el corazón. Causando una herida en la que solamente brota sangre.
¡Sálvame, cúrame esta herida!
Luchando no podré curarme, y sin luchar moriré.
No hay nadie que me recuerde. Hasta tú te has olvidado de mí.
¡Sálvame!
Yo sé qué no eres un médico, pero estando aquí, a mi lado, estaría como nuevo.
Con las fuerzas renovadas.
Sólo quiero gritar al cielo y ha este silencio: ¿dónde estás?
¡Sálvame!

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