domingo, 11 de diciembre de 2011

Mi partida








He pedido cosas que ya tengo y he dejado de utilizar. Haciendo que dichos objetos y recuerdos sean ahora obsoletos.

Deseaba un paraíso y cuando me dejaba arrastrar deseaba una muerte no heroica, pero vengativa. Dando parte del dolor que yo sufrí. Pero no estoy aquí para escribir de nuevo lo mismo una, otra y otra vez.

Puro veneno donde el amor era y es mi cura. Pero no puedo evitar estar triste por cosas que dejando el odio y el pasado aparte, desearía ser recordado como alguien grande entre mis seres. Por ello deseo tachar a Cupido y convertirme en demonio o arcángel, según cómo estuviera. Aquí no acaba mi partida.

Mi mente es mi prisión y mi habitación mi ataúd. Cuando llegue mi último aliento mi voluntad no se cumplirá y mi ser, con los recuerdos desaparecerán. De la nada a la nada, volveré al vacío del que vine.

Soy el títere de mis actos paranoicos y herramienta para gente manipuladora que me hace hacer cosas que ya dejé de lado. Mi camino sigue adelante hasta que mi corazón deje de latir. Ésta vida me es larga y a la vez corta.

¿Dónde quedará mi saber? ¿Por qué he de desaparecer?

Habréis de olvidarme y pedirle al Sol y a la Luna que sigan haciendo días y noches donde estar en compañía de seres que nos quieren, que os quieren y os querrán. Así acaba mi partida.

Boulevard de pesadillas y sueños de heroicidades. Donde la vida se me escapa...

Recordad cómo era, quién era, qué era y qué sentía...

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