domingo, 16 de octubre de 2011

Príncipe de la Niebla

No hay nada que demostrar ni que sentir. Mucho menos algo que hacer. Así que... aquí estoy.

Mírame ahora y dime en qué me he convertido. Dime si todo fue por algo o por una sin razón, uno de los sin sentidos que tiene la vida. Cuando mis manos aferran el aire como si fuera un objeto sólido, y descubro tarde que no hay nada.

En toda mi visión hay niebla. Dentro y fuera de mi cabeza. Donde en el interior de mi cuerpo, los ojos se quedan sin pupilas y se quedan solamente con el gris de fondo.

Soy el Príncipe Ciego de la Niebla. Así que dime por qué no puedo verte u oírte. Dime qué existió y si esto era ser feliz. Si el amor era eternamente o solo un tiempo distinto con un límite de caducidad.

Aquí está el Príncipe de la Niebla.

¿Por qué éste nombre? Siento que estoy tan lejos de cualquier lado civilizado que ya estoy tan acostumbrado al silencio y a la vida espartana sin comodidades.

Día 13, el día en que me lanzaré al fuego. Donde el sacrificio del príncipe tendrá el sentido de su existencia. Porque es cuestión de supervivencia. Si él vive otros muchos mueren, si otros mueren él vive.

¿Seréis capaces de decidir qué opción es la correcta?

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