martes, 26 de julio de 2011

Reunión


No puede elegirse un escenario mejor que El Parque del Retiro, en Madrid. No he estado nunca, pero sí algún día, cuando mis asuntos me lo permitan.
Disfrutaré viendo cada zona del parque, sobre todo los jardines y una de sus estatuas. Os hablo de una estatua bella, pero triste. Dedicada a la Caída de uno de los más grandes de los Arcángeles, Luzbel.
No diré el nombre que le dan ahora, pues ya lo he mencionado muchas veces. Así que buscadlo si queréis saberlo.
Contemplando la fuente en la noche, tal vez, no era tan hermoso como lo es a la luz del día. Pero aún así, para alguien de su antigua edad, le resultaba más bello con el cielo nocturno.
Despertaba un aire melancólico, pero no menos grandioso, aunque fuera el fin de la grandeza de Luzbel.
El nombre de quien contemplaba la maravillosa fuente era Miguel y no estaba solo. Al poco rato, individuos de los dos sexos empezaron a aparecer detrás del arcángel. Eran personas de una belleza inexplicable. Casi todos con el cabello rubio llegando a plateado y los ojos verdes, otros con el cabello negro y ojos azules. Vestían ropones blancos, casi como antiguas túnicas de eras pasadas, donde su memoria de antaño ya era olvidada y añorada.
Empieza la reunión y la cuestión es:¿vendrá nuestro oscuro hermano?, se preguntó el líder los arcángeles.

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