martes, 10 de mayo de 2011

Quemando el pasado, quemando recuerdos...

Mi vida ha estado marcada por horrores y dolor. Las dos cosas son insoportables, tanto en conjunto como por separado. Mi alma, mi espíritu o mi sentido del yo; están marcados por algo que jamás podré olvidar, pero sí superar. Estoy en proceso. Como algo que se propone uno mismo y va limpiando su alma y su corazón, junto con la mente.

¡EL MAL ME MARCÓ Y ME DOMINÓ POR MUCHO TIEMPO!
Minutos, horas, días, semanas, meses y años. Una vida de un joven que quiso mandarlo todo por la borda.
Tanta queja, tanta soledad y tanto dolor no me servían. Siempre decía y pensaba: estoy mejor solo. Y, tal vez, sea así. Pero la realidad es distinta, no estoy solo espiritualmente.
No hablo de fantasmas ni espectros. Hablo de almas. Almas de gente imperfecta y a la vez pura.
Escribo esto pensando, con una media sonrisa en mis labios, son algo que no cambiaría ni vendería al diablo por algo como la paz eterna...

No hay comentarios:

Publicar un comentario