domingo, 20 de febrero de 2011

Obin

¿Qué clase de ayuda puede recibir un Sombra desterrado de los suyos? ¿Qué clase de vida podría tener con los Iluminados o las Sombras? La respuesta es que no podría recibir nada.
Esta Sombra condenada no podrá aspirar jamás a compañía alguna. Porque si eres desterrado ya no tienes derecho a nada entre los tuyos. De hecho, ya no hay ningún derecho que tenga que ver con una comunidad, sólo le queda la compañía consigo mismo y con su espíritu roto.
Ya no hay lugar donde refugiarse. Ya no hay nadie a quien apoyar, ya no hay nadie quien le apoye. La tristeza inundaba su alma y sus lágrimas formaron un río de aguas plateadas. El cual las demás sombras llamaron: Plate Riel, el río de las Lágrimas de Plata.
Aunque el Sombra dejase de llorar, el río ya tenía su propia fuente y su cauce. Ya nada podía detener la marea.
Ya no hablaba en su mente, ya no soñaba con las estrellas en las oscuras noches, ya no adoraba lo que su pueblo adoraba y empezaba a gustarle cosas que a las demás Sombras les daba terror.
Esos gustos terroríficos empezaron con la sangre de lo que cazaba para vivir, después puso esta práctica en cazar a los suyos o a los Iluminados. Absorvía la vitalidad de los demás por el simple gusto a metal de la sangre. Le daban igual quiénes fueran sus presas. Porque había sufrido lo que otros/as Sombras no habían sufrido jamás. Él fue el primer Sombra desterrado y aún tenía un Destino que cumplir y un camino que recorrer. El Sombra se volvió más oscuro que su propia gente. Se dió cuenta de eso. De que ya no era como antes ni como los demás y, por tanto, fue el primero de los suyos.

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