No puedo evitar estar harto, como no puedo evitar estar exhausto. Nada lo puede cambiar. Tal vez, deba hallar mi equilibrio, pero la carencia de sentido u lógica me da bastante lo que temer.
Distancia y tacto son contrarios. Un tamaño significativo en la vida de cada uno de la gente que he conocido delante de mí. Me consumo en cada día y solamente cuando duermo encuentro verdadera tranquilidad... en un mundo oscuro del que no conozco nada y dónde vagas imágenes se posan en mi memoria y en mis ojos dormidos. Me esperan, me atormentan. Lucho y caigo en el pozo de la negrura de lo que yo considero mi maldición, a la vez que mi punto débil; aunque sé que no tiene por qué serlo, pero así es. Pero espero que no lo sea toda la vida, ni lo que llegue después... sea Infierno, Paraíso o el Olvido.
Cada uno puede valorar lo mejor de alguien y otros tendrán otros puntos de vista.
Mi punto de vista es que sobreviviré con mi dolor en toda mi vida y el odio me ayudará a seguir para así convertirme en el ser oscuro que debo y quiero ser.
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