lunes, 27 de febrero de 2012

Amor propio de Diablos

He vivido mucho menos el cuarto de una vida humana, y aún así, los sentimientos y emociones, aumentan con los años. De cantidad e intensidad y no puedo dejar hacerles caso. Porque el sentido común te dice una cosa, el instinto humano dice otra y las creencias como los principios otras.

No puedo evitar estar harto, como no puedo evitar estar exhausto. Nada lo puede cambiar. Tal vez, deba hallar mi equilibrio, pero la carencia de sentido u lógica me da bastante lo que temer.

Distancia y tacto son contrarios. Un tamaño significativo en la vida de cada uno de la gente que he conocido delante de mí. Me consumo en cada día y solamente cuando duermo encuentro verdadera tranquilidad... en un mundo oscuro del que no conozco nada y dónde vagas imágenes se posan en mi memoria y en mis ojos dormidos. Me esperan, me atormentan. Lucho y caigo en el pozo de la negrura de lo que yo considero mi maldición, a la vez que mi punto débil; aunque sé que no tiene por qué serlo, pero así es. Pero espero que no lo sea toda la vida, ni lo que llegue después... sea Infierno, Paraíso o el Olvido.

Cada uno puede valorar lo mejor de alguien y otros tendrán otros puntos de vista. 

Mi punto de vista es que sobreviviré con mi dolor en toda mi vida y el odio me ayudará a seguir para así convertirme en el ser oscuro que debo y quiero ser.

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