sábado, 4 de diciembre de 2010

Alucinante a lo que he llegado

Nunca pensé en los milagros. Parecen todos demasiado perfectos para poder describirlos y sentirlos. Pero, como todo, se basa en los pequeños momentos. Una pequeña charla y alguna que otra risa. Pueden alegrarte parte del todo.

¿Cuándo me siento realmente feliz? En aquellos momentos en que soy capaz de bromear, dejar de lado por un momento lo malo. Algo que me cuesta y algo que sigo viendo mayor que mi felicidad propia. Sin ellos, tal vez, seguiría en la oscuridad. Sin una puñetera luz que me guiase por la oscuridad que me abruma.

No he vivido milagros como otra gente dice haberlos vivido pero, sé qué es lo milagroso en mi vida. Solo estoy perdido y sin rumbo en un océano de lágrimas amargas. Repitiendo para mí mismo: estoy completamente solo.

Aquí puedo admitir que no estoy completamente solo. Tal vez tenga a personas que valgan tenerlas cerca que lejos pero, de todos modos, me alegro de tenerlos de alguna manera.

Tal esto que escriba sea increíble, en plan hulk, solamente que yo no mido mas de dos metros y no soy verde, pero como dice alguien, no pienso mencionar su nombre, me gusta este misterio. Ella y otros me abrieron los ojos, y no solo los de la cara, también los ojos de mi alma y mi corazón. Que siempre habían estado ciegos.

Os doy gracias por ello, a todos y no solamente eso, sino decir, que os quiero, completamente con mi gran corazón que no me cabe ni en el pecho.

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