lunes, 3 de enero de 2011

Líneas, simples líneas

-He hecho cosas que nadie ha hecho. Por ti. Siempre por ti. Cosas que ya a nadie se le pasa por la cabeza, pero a mi sí. ¿Y todo para qué? Ni yo mismo lo sé. No te he dado la espalda pero muchas veces te he dejado sola. Me hundía en mí mundo y allí estaba solo.
-¿Por qué? -me preguntas-. ¿Por qué haces todo esto, si yo no soy nadie...?
-¡Deja de decir gilipolleces! ¡Si no fueras nadie no estaría aquí por ti, si no fueras nadie no haría lo que hice y que haré por ti! Te sumes en tu dolor, te castigas, y Dios sabe que más. No entiendo tus motivos, no del todo. Tú no entiendes mí forma de ser, no entiendes el por qué de que quiera estar a tu lado. Aunque claro, nunca lo estoy. Mi mundo es oscuro y solamente dejo entrar la luz cuando yo quiero, como si entrasen cosas nuevas en ese mundo, como si evolucionase y mejorase. Allí soy capaz de olvidarlo todo y solamente quiero que tú estés en él. He querido y deseado muchas cosas, pero nunca me he hecho ilusiones y tú crees que no mereces nada. Yo te digo que te equivocas. La gente acude a ti, aunque sea poca, es más aquí estoy. Tal vez no para siempre pero estoy a tu lado a mi manera.
-...
-Yo dejaré mi mundo de sombras cuando tus ojos acepten la verdad.
-¿Cuál es esa verdad?
-Eso tendrás que descubrirlo por ti misma. Yo te he dejado pistas. Ahora es la hora de que tú elijas tu camino. Siempre te he observado. Siempre he pensado el por qué, y con mis simples deducciones entiendo casi cualquier cosa. Deja las sombras...


Con esas palabras te dejo... Piensa y elige tu camino. Hay muchos y tal vez, algún día me encuentres en uno de ellos. Cuando descubras esa verdad, estaré a tu lado de cualquier forma y no solamente a través de una pantalla. Hasta ese momento, esperaré en las sombras y saldré a la luz.

Y... por... una... vez... no... estaré... solo...

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