domingo, 17 de enero de 2010

Amroth y Nimrodel

Oh, dama de cabello de plata,
que aquí yaces,
esperando al navío que zarpó.

Tan enamorada estabas de los bosques,
de las praderas y ríos,
que el navío de Amroth zarpó.

Amroth, tan desesperado estaba por encontrarte,
que saltó al agua salada,
nadando como un cisne blanco en las oscuras aguas.

Y tú, tan enamorada de los bosques,
como de Amroth,
te perdiste.

Y... no volviste...

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