jueves, 28 de enero de 2010

Encuentro

La muchacha estaba bañándose en el río. Se sentía sucia e impura, pensó que el agua fría la purificaría.
Su cabello de plata le caía sobre los hombros, sus ojos ambarinos miraban al cielo estrellado. Todo el cuerpo, excepto la parte del cuello y la cabeza, estaba cubrido por las oscuras y frías aguas. Cuando salió del agua, oyó un sonido entre los árboles, sonidos de pisadas que se dirigían hacia donde estaba ella. Fue corriendo hacia sus ropas y cogió un cuchillo de los pliegues de su capa. Pensó que era más importante la defensa que el recato.

Su inesperado visitante no era más que un drow, un elfo oscuro, con su típica piel azulada, las orejas acabadas en punta y una cabellera blanca larga, recogida en una cola.
Él pareció sorprendido de ver a la humana desnuda y armada con un cuchillo. Aunque ella era más corpulenta no tenía tanta rapidez como el drow, considerados las criaturas más oscuras de este mundo. Él era más delgado, pero también alto, un poco más que ella.
El drow se le acercó lentamente, porque estaba maravillado de la belleza de la humana, de sus caderas, de sus pequeños senos, sus labios finos, su nariz pequeña y sobre todo su cabellera de plata, parecida a los cabellera de él.
La muchacha dió un paso atrás, y otro, y otro.
El elfo oscuro le dijo en su lengua que no le temiera, pero ella no le entendía. Así que ésta vez, el drow corrió hasta ella cogiéndola de los brazos y haciendo que tirase el cuchillo, la besó con ternura...

No hay comentarios:

Publicar un comentario